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domingo, 28 de febrero de 2016

Mis predicciones al Oscar 2016


Algunas de las categorías más importantes de la noche ya están cantadas, pero cuatro películas se disputan el premio a la mejor película. De cualquier forma, es probable que el film con más estatuillas no gane mejor película, y quizás la mejor película no gane más de un par de premios. Lo seguro es que Leonardo DiCaprio finalmente se llevará el Oscar a su casa.

Mejor Película: The Revenant
Esta es la categoría más reñida. The Big Short, Spotlight, The Revenant y Mad Max tienen posibilidad de salir como triunfadoras. Big Short triunfó en el premio del gremio de productores (PGA), quizás el mejor pronosticador en esta categoría con un 90% de certeza con los Oscar. Spotlight triunfó en los SAG, pero el gremio de actores no es tan acertado porque premia al mejor elenco, no a la mejor película. Seguramente, Mad Max arrasará con la mayor cantidad de estatuillas de la noche, pero coronar una película de acción con el mayor galardón luce poco probable. The Revenant fue premiada en los Golden Globes, los BAFTA y por el gremio de directores (DGA), y la película no ha perdido fuerza en prensa, redes sociales y taquilla desde su estreno a principios de año, así que es bastante posible que surja como la triunfadora de la noche.

Mejor Director: Alejandro González Iñárritu
De salir triunfador, Iñárritu se convertirá en el primer director en más de medio siglo en ganar el Oscar durante dos años consecutivos. Además, un director mexicano triunfaría en la categoría por tercer año consecutivo, algo inédito en la historia de los Oscar. El único que podría robarle el premio es George Miller, el director octogenario responsable de la épica Mad Max: Fury Road. Ambas producciones fueron filmadas bajo condiciones extremas y enfrentaron retrasos y complicaciones que, en manos de directores menos hábiles, podrían haber conducido al fracaso. Sin embargo, la victoria de Iñárritu en los DGA le aporta la ventaja.

Mejor Actor Principal: Leonardo DiCaprio, The Revenant
Este será el año en que DiCaprio reciba su primer Oscar. El actor ha arrasado en todos los premios y su interpretación es más que merecedora del galardón. Su único posible rival es Michael Fassbender por su interpretación en Steve Jobs, pero las probabilidades son bastante bajas. Tras 6 nominaciones en su carrera, DiCaprio romperá finalmente su maldición.

Mejor Actriz Principal: Brie Larson, Room.
Otra que ha arrasado, Brie Larson está de moda gracias a su interpretación de una madre en cautiverio que cría a su hijo durante 5 años, mientras permanecen encerrados en una habitación. El premio no sólo reconocería el trabajo de Larson, sino el de su co-protagonista de 9 años, Jacob Tremblay, quien quedó por fuera en las nominaciones. Sin embargo, la conmovedora interpretación de Saoirse Ronan en Brooklyn podría ser reconocida, aunque las apuestas van por Larson.

Mejor Actor Secundario: Sylvester Stallone, Creed.
El principal rival de Sylvester Stallone no está ni siquiera nominado al Oscar. Idris Elba ha ganado el SAG y el Independent Spirit Award por Beasts Of No Nation, pero la academia decidió ignorarlo, encendiendo así la mecha que destapó la controversia en torno a la falta de diversidad en los nominados. Así que el camino está relativamente para Stallone, quien fue nominado en 1976 por interpretar a Rocky Balboa, y 40 años después vuelve a recibir una nominación por el mismo personaje. La academia acostumbra enmendar errores y esta es la oportunidad perfecta para otorgarle finalmente la estatuilla. Sin embargo, Mark Rylance podría dar el batacazo por su conmovedora actuación en Bridge of Spies.

Mejor Actriz Secundaria: Alicia Vikander, The Danish Girl.
Otra de las categorías más reñidas, Alicia Vikander y Kate Winslet están a la cabeza y cualquiera de las dos podría triunfar. Sin embargo, Winslet ya tiene un Oscar en su currículum, mientras que Vikander estuvo en al menos media docena de películas en 2015, incluyendo la también elogiada Ex Machina, así que la marea debe moverse a su favor.

Mejor Guión Adaptado: The Big Short.
El gremio de escritores (WGA) premió a The Big Short en esta categoría, un indicativo bastante certero para que el film de Adam McKay repita en los Oscar. Además, sería la forma ideal de reconocer al film sin darle el premio como mejor película. De ganar ambos galardones, sería la primera mejor película en sólo recibir un total de dos Oscars, pues sus posibilidades de ganar en otras categorías son bastante pocas. Sin embargo, Carol y Room no pueden descartarse.

Mejor Guión Original: Spotlight.
El otro film importante del año, Spotlight también triunfó en los WGA y se encuentra en una posición similar a la de Big Short. Sin embargo, el film animado Inside Out podría reventar la piñata y dejar al film de Tom McCarthy sin estatuillas.

Mejor Película Animada: Inside Out.
Ninguna otra película tiene chance alguno en esta categoría. El film de Pixar tiene cantado este premio desde su estreno el verano pasado y nada ni nadie lo va a destronar, ni siquiera la elogiada Anomalisa, que en otras circunstancias podría fácilmente alzarse con este premio.

Mejor Película Extranjera: Son of Saul.
Ya ha ocurrido en años anteriores que una película arrasa en esta categoría durante toda la temporada de premios, no tanto por ser la mejor película extranjera sino porque los votantes son bastante perezosos en ver todas las nominadas en dicha categoría y simplemente asumen que es la mejor. Este año no será la excepción y Son of Saul ganará, aunque sería muy agradable ver ganar a la colombiana El Abrazo de la Serpiente.

Mejor Cinematografía: The Revenant.
Emmanuel Lubezki se convertirá en ganador durante 3 años consecutivos gracias a su memorable trabajo en The Revenant, ya que triunfó en 2014 por Gravity y en 2015 por Birdman, también dirigida por Alejandro González Iñárritu. Tan sólo Mad Max podría arrancarle el premio, tal y como lo hará en otras categorías.

Mejor Edición: Mad Max Fury Road
El film de George Miller tiene un ritmo frenético de principio a fin que corresponde sin duda a una edición magistral. Si la academia decide irse por un film más serio podría premiar a The Big Short en esta categoría, pero Mad Max luce como la posible triunfadora.

Mejor Diseño de Producción: Mad Max Fury Road
Mad Max fue rodada en el desierto, pero la creatividad empleada al diseñar y construir los diferentes automóviles empleados en el film le hacen merecedor de este premio. The Danish Girl podría ser merecedora del galardón, pero insisto en que Mad Max va a terminar con la mayoría de las estatuillas de la noche.

Mejor Vestuario: The Danish Girl
La academia acostumbra a premiar películas de época en esta categoría, y The Danish Girl es lo más cercano a una película de época este año. Sin embargo, podría ser otra estatuilla para Mad Max.

Mejor Maquillaje: Mad Max Fury Road
El inmenso trabajo de maquillaje de Mad Max será reconocido con este galardón. No hay competencia.

Mejor Banda Sonora: The Hateful Eight
El gran Enio Morricone nunca ha ganado un Oscar competitivo (recibió un Oscar honorario hace unos años), pero su trabajo en el western de Quentin Tarantino le valdrá finalmente una estatuilla. John Williams es su único contrincante gracias al éxito de Star Wars: The Force Awakens.

Mejor Canción: Writing´s on the Wall, Spectre
Tan sólo por llevar la etiqueta de James Bond, es probable que esta canción sea la triunfadora, como lo fuese Skyfall hace un par de años. Lady Gaga podría atraer votantes por Til It Happens To You, del film The Hunting Ground, pero es inusual que un documental se alce con esta estatuilla, aunque sucedió con An Inconvenient Truth en 2007.

Mejores Efectos Visuales: Mad Max Fury Road
Gracias al renacer del gusto hacia los efectos prácticos por encima de los efectos digitales, Mad Max debería ser la triunfadora, aunque Star Wars: The Force Awakens podría fácilmente robarle esta estatuilla.

Mejor Edición de Sonido: Mad Max Fury Road
De nuevo, Mad Max lleva la delantera y le sigue Star Wars.

Mejor Mezcla de Sonido: Mad Max Fury Road
El mismo caso que el anterior.

Mejor Documental: Amy
El documental sobre la vida y muerte de la inolvidable Amy Winehouse ha ganado cuanto premio ha habido, y el Oscar no será la excepción.

viernes, 26 de febrero de 2016

THE REVENANT: Frío, mucho frío.

Un oso no es nada para Leo.

Ver "The Revenant" en la pantalla grande a mitad del invierno provoca un aprecio particular por el trabajo, delante y detrás de cámaras, que el director Alejandro González Iñárritu y su equipo realizaron, o soportaron, para traernos un film de estas dimensiones. Iñárritu y su director de fotografía, Emmanuel Lubezki, utilizaron sólo luz natural, lo cual limitaba la cantidad de horas diarias para filmar y obligaba a realizar extensos ensayos antes de rodar el primer cuadro de película. La filmación tuvo que mudarse de Alaska a la Patagonia Argentina porque los días de invierno no alcanzaron. El film contiene complejas batallas con docenas de extras, filmadas además en planos secuencia que siguen a los personajes corriendo por la nieve o cabalgando a caballo sin realizar cortes. Y un oso ataca y deja medio muerto a Leonardo DiCaprio.

El villano de la historia.
Las quejas del equipo y de algunos actores, en torno a las largas jornadas a la intemperie y con bajas temperaturas, han sido notorias. Tom Hardy, quien venía de pasar dos años filmando "Max Max: Fury Road" en medio del desierto, ha confesado que el éxito de ese film, también realizado bajo condiciones extremas, fue lo que lo mantuvo cuerdo cuando dudó sobre su capacidad para soportar el rodaje. Sin embargo, la visión de Iñárritu perduró y el resultado es un film visceral que coloca al espectador en primer plano dentro de una historia de supervivencia y venganza.

El film tiene lugar en la Norteamérica de 1820, donde un grupo de cazadores y comerciantes de pieles se ve forzado a viajar de regreso a su campamento tras el ataque de una tribu de nativos americanos. DiCaprio interpreta a Hugh Glass, el guía de la expedición, acompañado por su hijo Hawk (Forrest Goodluck), mitad blanco, mitad nativo americano. En un momento a solas, Glass es atacado por un oso, una escena tan grotesca como impresionante gracias a una combinación magistral de efectos digitales y prácticos. El capitán Andrew Henry (Domhnall Gleeson), lider del grupo, pretende cargar con un Glass herido en el camino de retorno, pero John Fitzgerald (Tom Hardy), piensa que salvar a Glass pone en riesgo a todo el grupo. Fitzgerald se ofrece a cuidar de Glass para que el resto del grupo regrese sano y salvo, pero poco despues le abandona y le da por muerto.




A pesar de sus heridas, Glass permanece con vida. El ataque del oso es solo un abrebocas dentro de su travesía, pues deberá curar sus heridas, protegerse del frío, encontrar comida, esconderse de los nativos, ocultarse de un grupo de contrabandistas franceses y hallar el camino de regreso. La venganza, sin embargo, se convierte en su principal motivante. Como en todo film de supervivencia, el jugo de la historia esta en los detalles del viaje, más que en el destino, e Iñárritu no desperdicia el tiempo para mostrar cómo los instintos más básicos se desatan cuando el ser humano lucha por prevalecer. Más que la naturaleza, es el hombre quien representa el mayor peligro en una tierra donde los débiles perecen y sólo los más tenaces permanecen con vida.

Iñárritu le enseña español a DiCaprio.
El centro del film es el propio DiCaprio, quien destila el sufrimiento y la ira de su personaje valiéndose de muy pocos diálogos, pues una mordida del oso en su garganta le deja casi sin habla. Papeles como este requieren de una entrega física y emocional que pocos actores pueden soportar, pero DiCaprio triunfa como la pieza principal de un intenso y complejo despliegue técnico y narrativo. Fitzgerald es un villano despreciable, pero Hardy logra entender los motivos de su personaje y brinda la interpretación mas compleja de la historia, particularmente durante un monólogo donde relata cómo una vez devoró a una ardilla idolatrada como Dios por otro hombre (es difícil de explicar).

El último trecho de la historia cae en terrenos predecibles y algo ilógicos, pero en este punto Iñárritu ha jugado una mano casi perfecta. Es admirable también que la trama dedique tiempo para relatar las vejaciones a las que fueron sometidos los nativos americanos, prácticamente exterminados por el hombre blanco o relegados a la prostitución y al trabajo forzoso. "The Revenant" no es un film para todo tipo de estómagos, pero la precisión y el cuidado detrás de cada toma demuestran una clara visión de parte de su director, aunque es probable que muchos de sus colaboradores no quieran volverle a ver ni en pintura.

Puntuación: 4,75 de 5.


viernes, 19 de febrero de 2016

SPOTLIGHT y THE BIG SHORT: Dos retratos tan oscuros como trascendentes

El equipo de Spotlight.
Dos de las cintas nominadas al Oscar como mejor película relatan historias basadas en hechos reales que desglosan el desarrollo de crisis recientes en Estados Unidos con repercusiones a nivel mundial. "Spotlight" retrata los pormenores en torno a la investigación realizada por un grupo de periodistas del diario Boston Globe que en 2001 destapó un escándalo sexual sin precedentes en la historia de la iglesia católica; mientras que en "The Big Short", un grupo de afortunados corredores de bolsa de Wall Street logran prever el desastre financiero de 2008 y se hacen multi millonarios en el camino.

En vista de que el desenlace de estas historias es conocido para la audiencia, los cineastas Tom McCarthy y Adam Mckay recurren a deconstruir los hechos en forma semi-documental, apostando por la inteligencia de la audiencia para seguir el paso de minuciosos diálogos llenos de términos ininteligibles, relatados por elencos con al menos una docena de personajes que encajan como piezas de un complejo rompecabezas.

Steve Carell y Ryan Gosling.
Los Afortunados
En "The Big Short", Adam Mckay está consciente de que el lingo financiero es en extremo complicado para el oído común, algo que en parte explica cómo nadie vio venir una debacle que dejó a millones de personas sin hogar y sin empleo. Por ende, el director intenta mantener la atención de la audiencia lanzando todo tipo de trucos: celebridades como Anthony Burdain y Selena Gomez nos explican los términos económicos claves con analogías en torno a la cocina y los juegos de azar, al tiempo que Jared Vennett (Ryan Gosling) funge como el Ferris Bueller de la historia, dirigiéndose a la audiencia cada vez que es necesario llevarla de la mano.

Michael Burry (Christian Bale) es el genio que predice la hecatombe y persuade a sus jefes de invertir miles de millones de dólares en bonos aparentemente inservibles que se dispararán en valor cuando la burbuja del mercado inmobiliario reviente, mientras que un grupo de gestores de fondos de Morgan Stanley, encabezados por Mark Baum (Steve Carell) se enteran de las predicciones de Burry y buscan hacer lo mismo. Por ultimo, un par de jovenes emprendedores (John Magaro y Finn Witrock) tambien salta al tren del dinero, gracias a la tutela de un exitoso banquero retirado (Brad Pitt).

El genio que predijo el colapso.
El reto de un film como "The Big Short" es lograr que la audiencia simpatice con un grupo de personas que buscaron el beneficio propio a costa del sufrimiento de muchos. Se puede debatir que simplemente fueron más inteligentes que el resto y nada se podía hacer para evitar la crisis financiera, pero el guión explora un amplio rango de reacciones y posturas ante el inminente chorro de dinero que estos "héroes" acaban por recibir. Gracias a un humor negro y agudo, los meros mortales parecemos tontos por habernos perdido de semejante botín, sobre todo cuando los involucrados nunca fueron imputados por delito alguno. Sin embargo, el cargo de conciencia para algunos quizás no justifique los millones de dólares en su cuenta de banco.

Los investigadores
En el caso de"Spotlight", la línea entre los buenos y los malos es más clara, aunque el guión no siempre procura separar a la religión cristiana de la transitoria institución que representa la iglesia. El film se enfoca en la minuciosa labor periodística que permitió destapar más de 80 casos de sacerdotes pederastas en la ciudad de Boston, escándalo que ocurría bajo la complicidad indirecta de buena parte de los ciudadanos y el encubrimiento de la iglesia católica.

Michael Keaton y Rachel McAdams.
A la cabeza del equipo de periodistas está Robby (Michael Keaton), jefe del ala de investigación del Boston Globe, denominada Spotlight, junto a sus tres reporteros: Sacha (Rachel McAdams), Mike (Mark Ruffalo) y Matt (Bryan d'Arcy James). Como si se tratase de una historia de espionaje, lo que en principio parecen ser casos aislados comienza a convertirse en un monstruo que obliga a los periodistas a cuestionar al sistema judicial norteamericano y la influencia que la iglesia ejerce sobre éste.

El guión peca por repetitivo en ocasiones donde los periodistas descubren una nueva pista que agiganta la magnitud de su investigación, pero la realidad es tan insólita que no deja de sorprender. A medida que la verdad surge, los periodistas cuestionan sus propias creencias. Aunque todos fueron criados bajo valores cristianos, sólo Sacha continúa yendo a misa los domingos junto a su abuela, mientras que para Matt la iglesia representa un ente lejano al que quizás un día decida acercarse de nuevo. Ambos enfrentan la dolorosa realidad de que quizás la iglesia ya no represente el refugio que esperaban. "Spotlight" es un film sobre periodismo que ilustra la más dura realidad: el periodista debe ser objetivo, incluso con respecto a sus creencias.

Historias trascendentes
"The Big Short" y "Spotlight" son películas que llaman a la reflexión de la sociedad en torno a situaciones que sin duda pueden volver a ocurrir. La primera puede considerarse más entretenida que la segunda, principalmente porque es fácil reírse de un grupo de banqueros, mientras que no hay nada gracioso en torno al abuso sexual. Retratan a la Norteamérica del nuevo milenio, aún afectada por el 11 de septiembre y con muchos trapos sucios que manchan la belleza del codiciado sueño americano. Historias como éstas sacan a la sociedad de su zona de confort, y quizás la próxima vez la ceguera no nublará el juicio de quienes tienen un escándalo frente a sus narices y deciden mirar hacia otro lado o esperar que todo salga bien por arte de magia.

Puntuación: The Big Short 4,50/ Spotlight: 4,25.

viernes, 12 de febrero de 2016

BROOKLYN: La emigración como experiencia universal

Eilis en su nuevo trabajo en Brooklyn.

La inmigración irlandesa a Estados Unidos ha definido enormemente la influencia que la cultura del país europeo ejerce sobre la sociedad norteamericana. El día de San Patricio es prácticamente una fiesta nacional, y encontrar un pub irlandés en ciudades como Nueva York es casi tan sencillo como ubicar un café de Starbucks. Como toda historia de inmigración, la de los irlandeses estuvo llena de desafíos y el film "Brooklyn" abarca una muestra de estos retos alrededor de Eilis (Saoirse Ronan), una joven irlandesa que emigra a Brooklyn, Nueva York en busca de una vida mejor.

Basada en la novela de Colm Tóibín con el mismo título, la historia comienza cuando Eilis se despide de su familia y sube al barco que la llevará al nuevo continente. Todo resulta nuevo para ella, desde compartir un camarote con una extraña hasta el paso por aduana al llegar a Norteamérica. Una vez que llega a Nueva York, se aloja en una casa de señoritas en Brooklyn, manejada por la sra. Keogh (Julie Walters) con la ayuda del padre Flood (Jim Broadbent). Como sucede con toda recién llegada, el resto de las chicas se burlan del estilo conservador de Eilis. Lo mismo ocurre en su nuevo trabajo en una tienda por departamentos, donde debe aprender a complacer a Miss Fortini (Jessica Paré), su estricta supervisora. 




Abrumada por su nuevo entorno, Eilis se aferra a escribir y leer cartas de su hermana (, sosteniéndose de lo poco que parece mantenerla en pie. Pero el tiempo pasa y el nuevo mundo comienza a convertirse en rutina: Eilis deja de ser la nueva entre sus compañeras, mientras que su jefa ya no luce tan horrible como parecía. El director John Crowley dedica buena parte del film a mostrar el proceso de adaptación de Eilis a su nueva vida. Las cenas en la casa con la sra. Keogh son una escena recurrente, iluminadas por la interpretación de Julie Walters, quien funge como la voz de la razón entre las chicas a pesar de su sentido del humor bastante ácido. 


Tony y Eilis, contemplando su existencia.
Eventualmente, llega también el amor de mano de Tony (Emory Cohen), un joven de familia italiana que queda prendado de Eilis desde el primer momento. El invierno sucumbe ante la primavera y en poco tiempo la nostalgia queda atrás. El diseño de producción y de vestuario colaboran para crear una atmósfera romántica de la Nueva York de los años 50 que cala muy bien con el florecer de la relación entre Eilis y Tony, hasta que llegan malas noticias desde casa y Eilis se ve obligada a viajar a Irlanda. La permanencia de su visita no está del todo clara, pues la nostalgia suele provocar amnesia selectiva en torno a los motivos que originalmente provocaron la decisión de emigrar.

Aunque "Brooklyn" se enfoca en una sola clase de inmigración entre las tantas que recibe todos los días un país como los Estados Unidos, cualquiera que viva hoy en una tierra distinta a la que lo vio nacer puede identificarse con la travesía de Eilis. El ancla del film es la propia Saoirse Ronan, quien a lo largo de dos horas pasa de ser una chiquilla asustadiza a una mujer en control de su destino. Para todo emigrante, el film representa un espejo en el cual mirarse, sin importar la época o las circunstancias. Ese es el poder de las grandes historias universales.

Puntuación: 5 de 5.


lunes, 1 de febrero de 2016

CREED: Pasando la batuta (o los guantes de boxeo)

Rocky Balboa entrena a Adonis Creed.

Muy pocos esperaban volver a ver Rocky Balboa en la pantalla grande. El último film con el legendario boxeador como protagonista, titulado también "Rocky Balboa", se estrenó en 2006 y le otorgó a Sylverster Stallone la oportunidad de dejar atrás el trago amargo de "Rocky V" y retirar a su personaje de forma digna. Casi una década después, el director y escritor Ryan Coogler nos trae un film que podría considerarse la séptima entrega de la saga, pero funge a su vez como un refrescamiento o reboot bajo el título de "Creed".

Déjà Vu.
La diferencia fundamental entre Creed y los films de Rocky es su nuevo protagonista. Adonis Johnson (Michael B. Jordan) es el hijo de Apollo Creed (Carl Weathers), el antiguo rival y entrenador de Rocky que murió en el ring de boxeo a manos del ruso Drago (Dolph Lundgren) en "Rocky IV". Adonis es producto de una relación extramarital entre su madre y Apollo, pero su padre nunca le conoció. El film comienza en 1998, cuando un joven y agresivo Adonis reside en una prisión juvenil, buscando peleas con cualquiera que se atraviese en su camino. Adonis recibe una visita de Mary Anne Creed (Phylicia Rashad), la viuda de Apollo, quien decide responsabilizarse por él, a cambio de que no vuelva a meterse en problemas.

Saltando al presente, la vida del joven Adonis luce muy acomodada, pero su pasión por el boxeo le impulsa a dejar todo atrás y mudarse de California a Filadelfia para conseguir entrenamiento, nada más y nada menos que del propio Rocky Balboa. Los años no han pasado en vano para el potro italiano, pero su estatus legendario permanece intacto. En un momento metafísico, Adonis visita la estatua de Rocky, creada en la vida real por la ciudad de Filadelfia como tributo al personaje.

Adonis y Bianca fuera del ring.
Lo que sigue no es ajeno para quien haya visto algún film de Rocky: un montaje de escenas que muestran el duro entrenamiento, el florecimiento de una relación amorosa con la chica de al lado y el surgimiento de un rival que parece imposible de vencer. La fórmula ha funcionado en media de docena de películas, y no parece haber perdido efectividad. A diferencia de Rocky, Adonis es prepotente y puede llegar a ser violento, pero el guión se encarga de mantener sus defectos en cintura para preservar la empatía del personaje. Su relación amorosa con Bianca (Tessa Thompson) es más una distracción que una parte vital de la trama, pero ambos actores tienen química suficiente para lucir como una pareja creíble.

Como es de esperar, el centro de la historia se enfoca en la dinámica entre Adonis y Rocky. Adonis no quiere utilizar el apellido de su padre para evitar ser juzgado bajo su sombra, pero su nuevo entrenador le enseñará una lección o dos sobre lo que significa surgir desde abajo. Los filmes de Rocky siempre han mostrado la lucha de alguien que llevaba todas las perder y logra surgir ante la adversidad, algo que en este caso aplica tanto para Adonis como para el mismo Rocky. Sylvester Stallone se desviste de todo complejo al mostrar en la tercera edad al personaje que lo hizo estrella, con lo cual nos entrega su interpretación más conmovedora y genuina desde el primer film. El paso de batuta (o de guantes) entre un personaje y otro es evidente, y no será extraño ver otros filmes de Adonis Creed adornar la pantalla durante los próximos 40 años. Michael B. Jordan tiene el talante y el carisma suficiente para cargar esta franquicia sobre sus hombros.



Un buen film de Rocky cuenta con peleas memorables, algo donde Creed no decepciona. El enfrentamiento entre Adonis y su primer oponente parece ocurrir durante una sola toma, una maniobra arriesgada por parte del director Ryan Coogler que coloca al espectador en medio de la pelea mediante una coreografía muy bien ejecutada. No es el caso de la pelea principal, filmada de forma tradicional, pero con un rival más envolvente en el irlandés Ricky Conlan (Tony Bellew), quien sabe tocar todos los puntos débiles, físicos y mentales, de Adonis. La mezcla de sonido ayuda a que sintamos cada uno de los golpes embestidos en el ring, mientras la banda sonora balancea el uso de algunos temas tradicionales de Rocky con cargas de hip hop más urbanas y actuales. 

Al igual que su protagonista, "Creed" está consciente del legado que sus antecesoras dejaron detrás. El film rinde homenaje a este legado pero procura arar su propio camino. La famosa celebración de Rocky en las escaleras del Museo de Arte de Filadelfia tiene su equivalente, aunque bajo un entorno muy diferente, mientras que la clásica melodía "Gonna Fly Now" cuenta con sólo una breve aparición. Rocky Balboa es la razón para ir a ver la película, pero Adonis Creed es el nuevo campeón.

Puntuación: 4,50 de 5.