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viernes, 7 de febrero de 2014

THE WOLF OF WALL STREET: Scorsese, DiCaprio y los excesos


La decadencia es uno de los temas favoritos de Martin Scorsese. Con frecuencia, sus personajes alcanzan el éxito personal mediante métodos cuestionables que terminan destruyendo sus vidas, no sin antes llenarlas de excesos y vicios como resultado de la acumulación de poder e inmensas sumas de dinero. Es por esto que la historia de Jordan Belfort, antiguo corredor de bolsa en Wall Street acusado de estafas multimillonarias y lavado de dinero, encaja como anillo al dedo en las manos de Scorsese, quien basa su film "The Wolf of Wall Street" en la auto-biografía escrita por el propio Belfort.

Leonardo DiCaprio realiza su quinta colaboración con el director (aún le faltan tres para alcanzar a Robert DeNiro) e interpreta al controversial Belfort, un joven ambicioso nacido en el Bronx que aprende rápidamente a explotar todas las fallas del sistema de compra y venta de acciones para construir una fortuna. El carácter persuasivo de Jordan le permite arrastrar consigo a un grupo de colegas, escasos de talento pero llenos de ambición, para fundar la firma de corretaje Straton Oakmont, plataforma con la que acrecenta aún mas su fortuna y, por ende, sus negocios sucios.

"Goodfellas" se siente como la huella dactilar de "The Wolf Wall Street", los mafiosos son subtituidos por corredores de bolsa y su vida criminal es algo más sofisticada, tan sólo por el hecho de que no deben ocultar cadáveres sino billetes de cien dólares. El guión presta principal atención a los excesos que ocurrían (y sin duda aún ocurren) en Wall Street, por lo que las infinitas fiestas y celebraciones llenas de drogas de todo tipo y mujeres sin ropa son recreadas una y otra vez, dejando claro que el dinero y la decencia poco tienen que ver con esta historia.



El film es épico en la medida que Scorsese nos lleva por un camino familiar pero nos sorprende con escenas poderosas, todas centradas en una excelente interpretación por parte de DiCaprio. Su Jordan Belfort narra su propia historia como lo hiciera Ray Liotta en ¨Goodfellas¨, manteniendo un humor negro que lo convierte en un personaje empático, al menos mientras sus acciones no parecen lastimar a nadie más que a clientes anónimos. Sin embargo, las irregularidades de sus negocios se vuelven tan numerosas que el FBI coloca la lupa bajo su agencia, exponiendo eventualmente no sólo a Belfort sino a todo su equipo de cómplices.

El guión brinda la oportunidad para brillar a varios personajes secundarios, entre ellos Jonah Hill en su interpretación de Donnie, un nerd tan desagradable como ambicioso que abandona su trabajo para seguir ciegamente a Belfort. Lo mismo ocurre con Matthew McCounaghey, quien deja una marca indeleble a pesar de que sólo aparece en un par de escenas como el "mentor" de Jordan, Mark Hanna. Igualmente, Kyle Chandler eleva su papel de agente del FBI  por encima del estereotipo del policía incorrompible, mientras que Margot Robbie le da a Belfort más de una razón para enamorarse como su segunda esposa, Naomi.

"The Wolf of Wall Street" nos invita a presenciar la decadencia en todas sus formas y colores, simpatizando por su protagonista y sus secuaces, pero sin idealizar sus acciones. Es quizás por esto que el exceso de secuencias que involucran fiestas, sexo y drogas se vuelven repetitivas, aunque el humor negro y el tono satírico de las historia nos mantenga entretenidos. Los momentos más interesantes del film consisten en situaciones íntimas en las que Scorsese permite que las palabras hagan su trabajo. Su idea más poderosa radica en la triste realidad de que Belfort, a pesar de hundir a medio mundo a su alrededor, es hoy un hombre libre con dos libros en su haber y una película que cuenta su historia.

Puntuación: 4.5 de 5.

Más sobre "The Wolf of Wall Street":

- Mesa redonda con Leonardo DiCaprio, Martin Scorsese, Jonah Hill y Ternce Winter para The Hollywood Reporter.

- La verdad y la ficción de "The Wolf of Wall Street".