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jueves, 30 de julio de 2015

JURASSIC WORLD: "Si los Piratas del Caribe se daña, los piratas no se comen a los turistas."

Owen (Chris Pratt) y sus velociraptors.

"Jurassic Park" tiene un lugar especial en el corazón de quienes crecimos en la década de los 90. El film de Steven Spielberg, basado en una novela de Michael Crichton, sorprendió al mundo entero con su despliegue de efectos digitales empleados en consonancia con los impresionantes animatronics de Stan Winston. Por primera vez vimos a un braquiosaurio alzándose en dos patas para comer de la rama más alta de un árbol, al tiempo que nos estremecimos con el temblor generado por las pisadas de un tiranosaurio rex que rondaba libremente en busca de una nueva presa. Aunque el sueño de John Hammond (Richard Attenborough) no se cumplió en aquel momento, la imaginación de niños y adultos despegó hacia lugares inimaginables.

22 años después llega "Jurassic World", nombre que lleva el nuevo parque. A través de los ojos de dos jóvenes hermanos, Gray y Zack (Ty Simpkins y Nick Robinson), el director Colin Trevorrow presenta al mundo jurásico en todo su esplendor. Los turistas pueden pasear en un safari y ver de cerca a una manada de triceratops al aire libre, o disfrutar de un show acuático donde la estrella es un mosasaurio capaz de devorar un tiburón de un solo bocado (existe el riesgo de salir mojado del espectáculo). La idea de un complejo turístico lleno de criaturas extintas hace 65 millones de años no deja de ser maravillosa, pero los riesgos que destruyeron al parque original permanecen latentes.

El indóminus rex en plena acción.
Tal y como predijera el Dr. Ian Malcolm (Jeff Goldblum), la naturaleza siempre encuentra su camino. En este caso, el camino de escape lo encuentra el indóminus rex, un nuevo dinosaurio diseñado por el Dr. Henry Wu (B.D. Wong), el único personaje que regresa del film original. Cabe mencionar que Wu se ha tornado bastante tenebroso desde la última vez que lo vimos, sin que el guión proporcione explicación alguna sobre esto. El indóminus posee una mezcla genética que lo hace más letal que cualquier otro dinosaurio, algo que no pareció importarle a nadie con poder de decisión en el parque, pues en teoría esta nueva atracción atraería un mayor número de visitantes. Más temprano que tarde, los turistas se convierten en comida de dinosaurio y el caos reina por doquier.

El nuevo reparto lo encabeza Chris Pratt de "Guardians of the Galaxy", quien interpreta a Owen, el encargado de criar y cuidar a los velociraptors, trabajo que en el primer parque ejerció Robert Muldoon (Bob Peck) hasta que se convirtió en la presa de éstos. La diferencia es que Owen ha logrado formar un vínculo con los raptores que le permite ejercer cierto control sobre ellos, pero ese control es más frágil de lo que algunos creen. Pratt encaja con facilidad en el rol gracias a su nuevo estatus como héroe de acción y podría cargar con la franquicia si ésta decide mantener un mismo personaje protagónico en el futuro.


Por otro lado está Claire (Bryce Dallas Howard), la tía de Gray y Zach y la directora de operaciones del parque. Cuando el caos comienza, Claire debe acudir a Owen para rescatar a sus sobrinos, a quienes dejó a cargo de su asistente por no tener tiempo para atenderlos. De todos los personajes, Claire es la que más evoluciona dentro de la historia y Howard merece crédito por hacer empático a un personaje que pudo tornarse irritante en manos de una actriz menos capaz.

Si la historia se hubiese enfocado sólo en estos cuatro personajes y su intento por sobrevivir, se habría ahorrado el exceso de trama del que padece, particularmente debido a la presencia de Hoskins (Vincent D'Onofrio), un empleado espía de In-Gen que ve en los raptores el potencial para venderlos al ejército como armas de guerra. Si esta última oración carece de sentido, no es por equivocación. No extraña entonces que el propio D'Onofrio nunca luzca cómodo en los zapatos de su personaje. 

El show de Shamu... Masosaurio.
Donde "Jurassic World" brilla es en cada uno de los encuentros con los dinosaurios. Aunque emplea animatronics en algunos momentos, la saga que instauró los efectos digitales como práctica común lógicamente los aprovecha al máximo, so pena que un dinosaurio naciendo de un huevo digital nunca se verá igual al velociraptor saliendo del cascarón en el primer film.

Los trailers revelaron la escena donde Owen va en motocicleta con los velociraptors a su lado, pero ésta tiene mucho más sentido dentro del contexto de la historia y brinda uno de los momentos más emocionantes del film. Los raptores siguen siendo lo mejor de la saga, aún cuando esta vez parecen estar del lado de los buenos. Por su parte, el indóminus rex ciertamente asusta con su ferocidad e inteligencia, convirtiéndose en una buena adición al repertorio de dinosaurios memorables. Los pterodáctilos también cuentan con una secuencia de ataque a los turistas del parque, pero no tienen la personalidad necesaria para resaltar. Por supuesto, el tiranosaurio rex tiene su momento estelar justo cuando más se le necesita. 

Hay gran número de referencias al film original. La mayoría son bien empleadas, entre ellas una breve visita al abandonado centro de visitantes del primer parque, el cameo ingenioso de un dilofosaurio y la estatua de John Hammond en el centro del parque al estilo de Walt Disney. Por el contrario, un par de escenas claves parecen más copias que tributos: la secuencia donde el indóminus ataca a Gray y a Zach dentro de un vehículo es muy similar al ataque del T-Rex a Lex y Tim (Ariana Richards y Joseph Mazzello); de igual forma, la escena del clímax se produce en una situación casi idéntica a "Jurassic Park", donde los protagonistas parecen estar a punto de ser devorados hasta que algo inesperado sucede. No por esto dejan de funcionar dramáticamente, pero restan puntos en originalidad.

El parque está abierto.
El film también muestra una crisis de identidad en varias ocasiones, pues confunde el humor con la sátira a la vez que pretende que la audiencia tome en serio la historia. Un par de casos ilustrativos de este conflicto son los zapatos de tacón que Claire nunca se quita, a pesar de estar en medio de la jungla con depredadores por doquier, o el personaje de Masrani (Irrfan Khan), el nuevo CEO de Ingen que tiene el mismo espíritu optimista de John Hammond pero que sólo parece estar en la historia para pilotear torpemente un helicóptero. 

Sin duda, "Jurassic World" revitaliza a una franquicia que hasta ahora no lograba producir una secuela exitosa. No es un film perfecto y de ninguna forma alcanzará el estatus de clásico de "Jurassic Park", pero tampoco pretende hacerlo. Hay suficientes dinosaurios para aminorar el hecho de que la mayoría de los humanos no son más que caricaturas, y los últimos minutos de acción resultan verdaderamente emocionantes gracias a un encuentro épico entre las fieras más mortales del parque. La saga ha escapado de la extinción.  

Puntuacion: 4 de 5.


viernes, 10 de julio de 2015

INSIDE OUT: Pixar recupera su esplendor


Pixar es un estudio forjador de historias que entretienen a niños y adultos por igual. "Toy Story", "Finding Nemo", "Wall-E", entre otras, son películas infantiles en cuanto a humor y mundos coloridos se refiere, pero poseen con frecuencia un trasfondo menos evidente que sólo los padres de los niños pueden apreciar. Con "Inside Out" es posible que el estudio haya dado un salto de talanquera: es un film animado para adultos que los niños probablemente disfruten, pero en esencia no pretende atrapar a la misma masa que sigue cantando Let it Go después de casi dos años.

Pete Docter, director de "Monsters, Inc." y "Up", tomó inspiración para forjar la historia del film dentro de su propia familia. Cuando una de sus hijas alcanzó la pre adolescencia, algo fundamental en su psiquis sufrió una transformación importante, pues la niña alegre que su padre conocía se convirtió en un ser malhumorado e inseguro. 

"Inside Out" comienza con el nacimiento e infancia de Riley (Kaitlyn Dias), a quien conocemos desde el Cuartel General que es su mente. Adentro coexisten cinco emociones: Alegría (Amy Poehler), Tristeza (Phyllis Smith), Furia (Lewis Black), Temor (Bill Hader) y Desagrado (Mindy Kaling). Como operadores del enterprise, cada uno toma las riendas de la mente de Riley cuando la situación lo amerita, y todo nuevo recuerdo es registrado en una esfera que adquiere el color de la emoción preponderante. Como es de esperar en una niña, Alegría está casi siempre al mando, por lo que la mayoría de las esferas son de su mismo color amarillo.

Cuando Riley tiene 11 años, sus padres deciden mudarse de la ciudad de Minnesota a San Francisco, lo cual genera una fuerte crisis en su mente. El color azul de Tristeza comienza a teñir las esferas que almacenan sus Pensamientos Centrales y Alegría intenta detener este repentino arrebato emocional. La confrontación entre Alegría y Tristeza provoca que ambas salgan expulsadas accidentalmente del Cuartel General, dejando a cargo a Furia, Temor y Desagrado, lo cual sólo empeora las cosas para Riley. Si desean regresar, Alegría y Tristeza deben salir del laberinto de la Memoria a Largo Plazo, pasar por las Islas de la Personalidad y finalmente tomar el Tren del Pensamiento, tarea complicada cuando una es optimista empedernida y la otra está tan deprimida que no puede ni levantarse del suelo.



Si la trama suena muy extraña, no hay de qué preocuparse. El film despliega un nivel de creatividad visual comparable al de "Monsters, Inc." y cada uno de los elementos de la mente es ilustrado de forma memorable y comprensible. Cada nuevo descubrimiento dentro de la mente de Riley generará olas de recuerdos en todo aquel que alguna vez haya sido niño, por lo que la nostalgia juega un rol preponderante en la conexión emocional que el film genera en los adultos. Sin embargo, el guión escrito por Docter no se conforma con recordarnos que la vida solía ser más sencilla durante la infancia, sino que aborda la necesidad e inevitabilidad del cambio, aún cuando esto implique dejar la alegría a un lado y permitir que la tristeza tome el mando de vez en cuando. Hacer frente a esta realidad sacará lágrimas a más de uno. 

No por esto deja de ser un film divertido. La interacción entre Alegría y Tristeza es tan disímil que produce gran número de risas, particularmente gracias al trabajo de Smith y Poehler, ambas veteranas de la comedia en televisión. Lo mismo ocurre con el resto de las emociones, aunque sus roles en la historia sean más secundarios. Los mejores momentos suceden cuando las emociones reaccionan ante algún estímulo de Riley, como su reacción de asco ante el ofrecimiento de una pizza con brócoli o los nervios al saludar a un muchacho que le gusta. La secuencia de los créditos en particular es de las más divertidas que un film animado ha producido.

"Inside Out" es un film sobre la infancia concebido desde la madurez artística de un estudio que ha producido un gran número de éxitos, pero que en los últimos años había perdido algo de esplendor gracias a proyectos mediocres como "Brave" o "Cars 2". Gracias a su nuevo trabajo, los co-directores Pete Docter y Ronnie del Carmen pueden anotar otro clásico al impresionante repertorio del estudio, y muy probablemente recogerán múltiples galardones en unos meses.

Puntuación: 5 de 5.