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domingo, 26 de febrero de 2017

MIS PREDICCIONES AL OSCAR 2017


Dos cosas pueden pasar en la edición número 89 de los premios de la academia, pero en ambos escenarios La La Land será la triunfadora de la noche. El musical de Damien Chazelle podría arrasar y conquistar la mayoría de las 14 nominaciones a las cuales está nominada, o el amor de la academia podría repartirse entre filmes como Moonlight, Fences y Manchester by the Sea. Aquí mis predicciones sobre quién ganará, junto a mi opinión acerca de quien merecería ganar.


Mejor Película:
Arrival
Fences
Hacksaw Ridge
Hell or High Water
Hidden Figures
La La Land
Lion
Manchester By the Sea
Moonlight

Va a ganar: La La Land
Debería ganar: Moonlight

La La Land es la indiscutible favorita y se convertirá en la mejor película. En vista de que es un tributo a la ciudad de Los Angeles y todos los soñadores que viven en ella, el musical cuenta con el amor de Hollywood y, por ende, de la Academia. Sin embargo, Moonlight es un film superior que en cualquier otro año resultaría el claro ganador, pero la moda de La La Land anula sus oportunidades.


Mejor Actor:
Casey Affleck, Manchester by the Sea
Andrew Garfield, Hacksaw Ridge
Ryan Gosling, La La Land
Viggo Mortensen, Captain Fantastic
Denzel Washington, Fences

Va a ganar: Denzel Washington, Fences.
Debería ganar: Casey Affleck, Manchester by the Sea

Case Affleck era el claro favorito en esta categoría hasta hace algunas semanas, cuando surgieron acusaciones difamatorias en torno a un caso de abuso sexual de su pasado. Si bien estas acusaciones no parecen tener suficientes bases, fueron suficientes para que el actor perdiera en los premios SAG ante Denzel Washington. El sindicato de actores tiene una importante representación en la Academia, así que la marea parece estar a favor de Washington, quien además dirigió el film Fences pero no fue nominado en esa categoría.


Mejor Actriz:
Isabelle Huppert, Elle
Ruth Negga, Loving
Natalie Portman, Jackie
Emma Stone, La La Land
Meryl Streep, Florence Foster Jenkins

Va a ganar: Emma Stone, La La Land
Debería ganar: Emma Stone, La La Land

A menos que Isabelle Huppert dé una sorpresa, el terreno está listo para que Emma Stone suba al podio a recibir su estatuilla. Su interpretación en La La Land es el alma de la película y el motivo de su éxito. Natalie Portman sonó durante un tiempo como fuerte contrincante, pero el film no generó la tracción necesaria para mantenerse en la mente de los votantes en los últimos meses.


Mejor Actor Secundario:
Mahersala Ali, Moonlight
Jeff Bridges, Hell of High Water
Lucas Hedges, Manchester by the Sea
Dev Patel, Lion
Michael Shannon, Nocturnal Animals

Va a ganar: Mahersala Ali, Moonlight
Debería ganar: Mahersala Ali, Moonlight

En un film lleno de grandes actuaciones, la de Mahersala Ali es la más impactante y duradera. A pesar de que el actor sólo aparece durante un tercio de película, su presencia se siente durante toda la historia. Dev Patel podría arrebatarle el premio a Ali, como lo hiciera en los BAFTA, pero luce poco probable.


Mejor Actriz Secundaria:
Viola Davis, Fences
Naomie Harris, Moonlight
Nicole Kidman, Lion
Octavia Spencer, Hidden Figures
Michelle Williams, Manchester by the Sea

Va a ganar: Viola Davis, Fences
Debería ganar: Viola Davis, Fences

Viola Davis tiene un papel protagónico en Fences, pero fue inscrita en la categoría de Actriz Secundaria para aumentar sus probabilidades. En mi opinión, Davis ganaría en cualquiera de las dos categorías, pero está nominada como actriz secundaria y es aquí donde saldrá triunfadora. Las interpretaciones de Naomie Harirs y Michelle Williams son espléndidas, pero Davis es imbatible.


Mejor Película Animada:
Kubo and the Two Strings
Moana
My Life as a Zucchini
The Red Turtle
Zootopia

Va a ganar: Zootopia
Debería ganar: Zootopia

El film de Disney se estrenó hace casi un año, pero sigue siendo el mejor filme animado de 2016. Esta fábula trajo al tapete temas de inclusión y racismo al mismo tiempo que una pereza llamada Flash nos brindó la escena más divertida de cualquier film este año. Su mayor competencia podría venir de Kubo and the Two Strings, el film hecho en stop motion por los estudios Laika, quienes desde hace rato merecen una estatuilla por su trabajo.


Mejor Cinematografía:
Arrival
La La Land
Lion
Moonlight
Silence

Va a ganar: La La Land
Debería ganar: Moonlight

Los largos planos en secuencia de La La Land, junto con su estilo vintage que rinde tributo a musicales del pasado, le darán este galardón al film. Sin embargo, la intimidad alcanzada en la cinematografía de Moonlight le otorga a ese film un sello visual único que merece ser reconocido.


Mejor Diseño de Vestuario:
Allied
Fantastic Beasts and Where to Find Them
Florence Foster Jenkins
Jackie
La La Land

Va a ganar: La La Land
Debería ganar: Jackie

La academia suele premiar filmes de época en esta categoría, pero es posible que premien a La La Land como parte del arrase del film. Sin embargo, el trabajo realizado para vestir a Natalie Portman en su trabajo como Jaqueline Kennedy merece ser reconocido, pues el film logra transmitir la influencia que la antigua primera dama tuvo en el mundo de la moda.


Mejor Director:
Arrival
Mel Gibson, Hacksaw Ridge
Damien Chazelle, La La Land
Manchester by the Sea
Barry Jenkins, Moonlight

Va a ganar: Damien Chazelle, La La Land
Debería ganar: Barry Jenkins, Moonlight

Damien Chazelle realiza un gran trabajo en La La Land y es merecedor de la estatuilla. Sin embargo, Barry Jenkins hizo mucho más con muchos menos recursos, y el resultado es superior a pesar de que ambas son grandes películas.


Mejor Edición:
Arrival
Hacksaw Ridge
Hell of High Water
La La Land
Moonlight

Va a ganar: La La Land
Debería ganar: La La Land

Este premio suele acompañar a la mejor película, y La La Land debe parte de su encanto a su impecable edición. Arrival podría sorprender gracias a su línea de tiempo no secuencial, pero luce poco probable.


Mejor Maquillaje:
A Man Called Ove
Star Trek Beyond
Suicide Squad

Va a ganar: Star Trek Beyond
Debería ganar: Star Trek Beyond

La competencia no es muy interesante en este renglón, pero Star Trek Beyond cuenta con suficiente reconocimiento para resultar ganadora. Suicide Squad podría ganar también, pero la Academia no suele premiar a filmes con malas críticas.


Mejor Musicalización:
Jackie
La La Land
Lion
Moonlight
Passengers

Va a ganar: La La Land
Debería ganar: La La Land

La La Land no tiene competencia en esta categoría. Usualmente los musicales nominados están basados en obras de teatro y por ende no pueden competir en este renglón, pero la música de La La Land es totalmente original y será premiada por ello.


Mejor Canción:
Audition (The Fools Who Dream), La La Land
Can´t Stop the Feeling, Trolls
City of Stars, La La Land
The Empty Chair, Jim: The James Foley Story
How Far I´ll Go, Moana.

Va a ganar: City of Stars, La La Land
Debería ganar: Audition (The Fools Who Dream), La La Land

La La Land gana de una forma u otra. City of Stars es la canción en todos los trailers y promociones de la película y será la ganadora, pero Audition (The Fools Who Dream) es la canción más emotiva del film.


Mejor Diseño de Producción:
Arrival
Fantastic Beasts and Where to Find Them
Hail, Caesar!
La La Land
Passengers

Va a ganar: Fantastic Beasts and Where to Find Them
Debería ganar: Arrival

A menos que La La Land gane en todas las categorías, Fantastic Beasts será reconocida por recrear una versión de la ciudad de Nueva York de los años 30 en el mundo de J.K. Rowling. Sin embargo, el trabajo realizado en Arrival tiene más mérito del que aparenta, no sólo por el original diseño exterior e interior de las naves espaciales que visitan La Tierra, sino por la creación de un complejo lenguaje alienígena a través de símbolos circulares con infinitas aristas.


Mejor Edición de Sonido:
Arrival
Deepwater Horizon
Hacksaw Ridge
La La Land
Sully

Va a ganar: La La Land
Debería ganar: Hacksaw Ridge

Los filmes de guerra suelen ser premiados en esta categoría y Hacksaw Ridge tiene todo el pedigree para resultar triunfador. Sin embargo, el amor por La La Land puede extenderse hasta aquí también y es probablemente que así sea.


Mejor Mezcla de Sonido:
Arrival
Hacksaw Ridge
La La Land
Rogue One: A Star Wars Story
13 Hours: The Secret Soldiers of Benghazi

Va a ganar: La La Land
Debería ganar: Hacksaw Ridge

Lo mismo ocurre aquí. Ambos premios suelen ir al mismo filme.


Mejores Efectos Visuales:
Deepwater Horizon
Doctor Strange
The Jungle Book
Kubo and the Two Strings
Rogue One: A Star Wars Story

Va a ganar: The Jungle Book
Debería ganar: The Jungle Book

A menos que Rogue One reciba un merecido reconocimiento, The Jungle Book parece tener el camino libre para este muy merecido galardón.


Mejor Guión Adaptado:
Arrival
Fences
Hidden Figures
Lion
Moonlight

Va a ganar: Moonlight
Debería ganar: Moonlight

En vista de que no va a ganar como mejor película, Moonlight será reconocida por su guión. Arrival podría triunfar también, pero luce poco probable.


Mejor Guión Original:
Hell of High Water
La La Land
The Lobster
Manchester by the Sea
20th Century Women

Va a ganar: Manchester by the Sea
Debería ganar: Manchester by the Sea

Es posible que La La Land gane en esta categoría por mera popularidad, pero sería muy injusto para Manchester by the Sea, filme que se caracteriza por diálogos muy naturales dentro de una historia trágica y a la vez cotidiana.


En las siguientes categorías no brindo opinión acerca de quién debería ganar porque no he visto suficientes películas nominadas para ejercer un criterio justo.


Mejor Película Extranjera:
Land of Mine
A Man Called Ove
The Salesman
Tanna
Toni Erdmann

Va a ganar: The Salesman


Mejor Documental:
Fire at Sea
I Am Not Your Negro
Life, Animated
O.J.: Made in America
13th

Va a ganar: O.J.: Made in America


Mejor Corto Documental:
Extremis
4.1 Miles
Joe´s Violin
Watani: My Homeland
The White Helmets

Va a ganar: The White Helmets


Mejor Cortometraje Animado:
Blind Vaysha
Borrowed Time
Pear Cider and Cigarettes
Pearl
Piper

Va a ganar: Piper


Mejor Cortometraje:
Ennemis Intérieurs
La Femme et le TGV
Silent Nights
Sing
Timecode

Va a ganar: Ennemis Intérieurs


viernes, 24 de febrero de 2017

MOONLIGHT: Poesía hecha imagen

Juan y Little.

Explicar el concepto de un film como Moonlight no puede haber sido una tarea fácil. Se podría resumir que es una película sobre un joven afroamericano homosexual que crece en la pobreza en un barrio de Florida, pero Moonlight abarca matices de caracterización mucho más amplios. Quizás se le podría comparar con Boyhood, pero su temática no se limita a documentar el paso de la infancia a la hombría. Moonlight trasciende barreras de raza o género, es una historia acerca del descubrimiento del ser en un mundo que ataca cualquier debilidad y moldea la identidad de quienes inevitablemente deben vivir dentro de él. También explora la terrible influencia negativa que ejerce una mala madre en la psiquis de un individuo. Y a pesar de todas estas duras realidades, Moonlight se basa en el amor para contar una historia llena de esperanzas que levanta el espíritu y refuerza la importancia de la auto realización para alcanzar un mínimo balance dentro del alma, sin importar el entorno ni la realidad del ser humano.

El director y escritor Barry Jenkins divide este relato en tres etapas. Little (Alex R. Hibbert) es nuestro protagonista inicial, un nińo de nueve años bastante retraído que sufre de bullying en el colegio, donde algunos de sus compañeros ya se burlan de su homosexualidad, aún cuando a tan corta edad ninguno entienda el verdadero significado de los insultos. Little tampoco encuentra refugio en casa, donde su madre, Paula (Naomie Harris), acostumbra a consumir drogas y traer hombres desconocidos con bastante frecuencia. Por mera casualidad, Little se topa un día con Juan (Mahersala Ali), un vendedor de droga bastante respetado dentro de su vecindario, quien poco a poco asume una postura paternal hacia Little, con la aprobación de su esposa, Teresa (Janelle Monáe). Juan ejerce una influencia indeleble sobre Little, pues le enseña a no permitir que otros lo definan, sin importar que lo hagan con buenas o malas intenciones.

Chiron y Kevin.

En la segunda parte de la historia, Little tiene 16 años y es llamado por su nombre, Chiron (Ashton Sanders), pero sus problemas no han hecho más que empeorar. Su madre ya ni se molesta en brindarle un techo para dormir, mientras que las agresiones en su escuela son cada vez más insoportables. Sin embargo, Chiron encuentra un refugio en Kevin (Jharrel Jerome), un amigo de la escuela tan hablador que compensa por la timidez de Chiron para entablar monólogos que parecen conversaciones. Kevin sabe que Chiron siempre ha sido tildado de homosexual, y es aquí cuando ambos descubren una atracción mutua. Pero como todo amor juvenil, Chiron y Kevin se distancian con el tiempo, y la tercera parte de la historia abarca el reencuentro en la adultez entre Kevin (André Holland) y un Chiron que ahora se hace llamar Black (Trevante Rhodes), cuyo aspecto y estilo de vida se asemejan mucho a los de Juan, su figura paterna.



El casting del film merece un premio por sí solo, en especial porque los actores que interpretan a Chiron y a Kevin en distintas edades mantienen una consonancia entre apariencia, habla y gesticulación que rara vez se logra con un personaje, mucho menos con dos. Por su parte, Naomie Harris le rasguña los talones a la mamá de Precious como la peor madre del cine de la última década, aunque se puede debatir que sus defectos son motivados por su adicción y no al revés.

La impresión más memorable entre el reparto secundario la deja Mahersala Ali, cuya presencia se siente a lo largo de todo el film, a pesar de que Juan sólo es parte del primer tercio de la historia. Sus interacciones con el pequeño Chiron moldean el carácter del inseguro y maltratado Little, al tiempo que revelan un lado generoso y noble de un personaje que mantiene un estilo de vida bastante cuestionable, hasta el punto de ser co-responsable de la drogadicción de  Paula.

Black.

Jenkins y su director de fotografía, James Laxton, ejecutan una visión casi poética en su tratamiento de la imagen, empleando una paleta de colores azulados con luces de neon que reflejan el brillo de la luna sobre los personajes, aún cuando están bajo techo. Los planos con muy poca profundidad de campo aíslan a los personajes en los momentos más emocionales, pero la decadencia del entorno que los rodea también es retratada con una sensibilidad artística que encuentra la belleza en los lugares menos esperados. Para completar el paquete, la música de Nicholas Britell contribuye a la experiencia con un juego de violines que expresa la determinación del director por exaltar la necesidad de la definición voluntaria e independiente de todo ser humano.

Con mínimos recursos y un presupuesto de apenas millón y medio de dólares, Moonlight es un film épico en un plano emocional. Jenkins demuestra su confianza en el material que ha escrito y deja que los gestos o las miradas digan más que páginas enteras de diálogo. Hay tantas dimensiones dentro de la historia que amerita ser vista y desglosada por cineastas y críticos por años, pero a la vez su mensaje en torno al logro de la identidad es tan claro que trasciende cualquier arquetipo en torno a la pobreza, el racismo o la orientación sexual. Moonlight es una obra maestra como pocas y sin duda la mejor película de 2016.

Puntuación: 5 de 5.


viernes, 3 de febrero de 2017

HIDDEN FIGURES: Heroínas extraordinarias en un film convencional

Katherine, Dorothy y Mary.
Hay historias que necesitan ser contadas para mostrar al mundo la capacidad del ser humano de superar barreras y perdurar por encima de las dificultades. Otras, relatan momentos vergonzosos para la sociedad y nos invitan a reflexionar sobre errores del pasado. No hay historia que encaje mejor dentro de estos parámetros que la de Katherine G. Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson, tres mujeres afroamericanas que jugaron un rol indispensable en el desarrollo del programa espacial de la NASA en la década de los años 60.

Hidden Figures cuenta con el pedigree ideal para regalarnos un film memorable: un elenco principal de primera, encabezado por Taraji P. Henson y Octavia Spencer, junto a la cantante Janelle Monáe; la música de Pharrell Williams y Hans Zimmer; diseños de producción y vestuario que capturan con fidelidad el look de la época; y actuaciones secundarias de Kevin Costner, Kirsten Dunst, Jim Parsons y Mahersala Ali, todos bajo la tutela de un director prometedor como es Theodore Melfi (St. Vincent) y un guión basado en el best-seller con el mismo título. Sin embargo, la suma de estos elementos no se traduce en una película de muchos matices, sino en un film entretenido que se va por el camino seguro.

Katherine no tarda en destacar entre sus compañeros.
El trío protagónico no pudo ser mejor escogido. Taraji P. Henson encarna con mucha tenacidad a Katherine G. Johnson, una genio de las matemáticas que es invitada a participar en el programa espacial debido a que su jefe, Al Harrison (Costner), está siendo presionado por sus superiores para poner un hombre en el espacio antes que los rusos. Esta decisión la convierte en la primera mujer afroamericana dentro de ese equipo, pero el cambio no es bien recibido por ninguno de sus nuevos compañeros. Desde que pone un pie en su nuevo espacio de trabajo, Katherine es menospreciada, en especial por Paul Stafford (Parsons), con quien debe trabajar cercanamente. Además, debe enfrentarse a la incomodidad de su equipo por beber de la misma jarra de café que los demás y cada vez que quiere ir al baño tiene que salir del edificio principal y caminar hasta un edificio anexo para utilizar el baño para mujeres negras.

Por su parte, Octavia Spencer interpreta a Dorothy Vaughan, una calculista que aspira a recibir un ascenso a supervisora, pero cuyas aspiraciones se ven truncadas por su jefa, Vivian (Dunst), quien se considera de manos atadas porque no hay precedente alguno de una mujer de color en tal posición. Con la llegada de una súper computadora IBM, capaz de realizar cientos de cálculos en segundos, Dorothy y sus compañeras ven amenazada su estabilidad laboral. Completando al trío protagónico está Mary Jackson (Monáe), quien desea ser la primera mujer ingeniero negra en la NASA, aunque la legislación actual no le permita estudiar tal carrera en una universidad.



El guión se bandea en torno a estas tres historias, conectadas por la amistad que une a Katherine, Dorothy y Mary. Las tres juegan con una estructura similar: mostrar el reto que impide al personaje alcanzar su cometido, seguido de un momento de inspiración, donde cada una se luce frente a su entorno, lo cual genera una reacción positiva en la audiencia gracias a una temática progresista. La fórmula funciona, sin duda, pues en varias oportunidades el público aplaudió el éxito de estas incuestionables heroínas. Sin embargo, en su afán de enaltecer a estas mujeres, indiscutiblemente merecedoras de exaltación, el guión peca en obviar cualquier matiz negativo que contribuya a crear personajes más complejos.

Tras haber perdido a su esposo, Katherine depende de su madre para cuidar a sus tres hijas, quienes nunca expresan ningún tipo de inconformidad ante su ausencia. Más adelante, Katherine conoce al coronel Jim Johnson (Ali), quien eventualmente se convertiría en su esposo. En esta sub trama tampoco existe conflicto y Ali solo juega un papel de pareja ideal, lo cual le impide a la historia profundizar en el indudable estrés que debió significar para Katherine el mantener un balance entre su vida personal y profesional, en tiempos donde se esperaba que la mujer se dedicase exclusivamente a lo primero.

Mary desea entrar a la universidad y estudiar ingeniería.
La historia de Mary cuenta con un menor tiempo en pantalla, gracias a lo cual evita caer en la repetición que debilita el arco de Katherine. Janelle Monáe deja la mejor impresión entre las protagonistas, a pesar de contar con un rol reducido. Octavia Spencer ya ha realizado papeles de este tipo, pero su personaje no deja de ser admirable y brinda los momentos más ligeros, en particular durante  un intercambio entre Vivian y Dorothy hacia el final del film.

Los tonos grises son escasos en los personajes de Jim Parsons y Kirsten Dunst. Stafford rechaza a Katherine porque se siente amenazado por su inteligencia, pero la actuación de Parsons no supera el estereotipo del compañero de trabajo celoso. En cuanto a Dunst, su personaje sólo actúa como muro de contención para Dorothy, sin aportar mayores detalles en torno a su motivación para actuar de esa forma, más allá de la evidente segregación racial de la época. La mejor actuación en el lado antagónico la brinda Kevin Costner, quien se convierte en el mentor de Katherine y logra fijarse en sus capacidades, en lugar del color de su piel.

En general, Hidden Figures brinda una experiencia agradable e inspiradora, pero su mérito yace en el material sobre el cual se basa, mas no en la complejidad de su guión ni en su originalidad artística. Con un poco más de ambición e imaginación, podría llegar a la luna, pero se conforma con salir de la órbita terrestre y regresar sana y salva.

Puntuación: 3,5 de 5.

viernes, 27 de enero de 2017

LA LA LAND: Los tontos que sueñan.

Todo musical que se respete tiene un poste de luz para bailar alrededor.
El musical de Hollywood es un género que cada cierto tiempo intenta resurgir de entre las cenizas para captar la atención de la audiencia y revivir, así sea brevemente, el amor por el canto y el baile en la gran pantalla. En el nuevo milenio, musicales como Moulin Rouge y Dancer in the Dark han empujado al género en direcciones interesantes; mientras que adaptaciones de Broadway como Chicago y Les Miserables han acaparado buen número de galardones. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos, el musical continúa siendo sinónimo del cine de antes, aquel de Fred Astaire, Ginger Rogers o Gene Kelly. Con La La Land, el director Damien Chazelle se dedica a celebrar la nostalgia por un género que se niega a desaparecer y que quizás experimente un nuevo renacer en el futuro cercano.

Singing in the Rain y West Side Story son algunas de las cintas que inspiran al director para dar vida a este tributo a la ciudad de Los Angeles, "ciudad de estrellas" como dicta una de las canciones del film, y a los soñadores que en ella habitan. La cinta arranca en el tráfico angelino, lleno de soñadores que, impedidos de llegar a su destino, revientan a cantar y bailar en medio de una transitada arteria vial. Desde el comienzo, Chazelle demuestra su amor por largas secuencias filmadas en una sola toma, algunas con complejas coreografías y otras fijadas en el rostro de un personaje durante una canción entera.



Los dos soñadores de la historia son Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan Gosling). Ella, actriz. Él, pianista. Mia trabaja en un café dentro de un estudio de Hollywood, donde las estrellas entran y salen llenos de glamour sin prestar mayor atención a quien les sirve su bebida. Por su parte, Sebastian se rebusca con cualquier trabajo en el que pueda tocar algunas teclas, pero sueña con abrir su propio club de jazz, aún cuando el jazz no sea el género musical más popular en estos tiempos. Cupido no flecha a estos dos a primera vista, pero eventualmente Sebastian y Mia ceden al romance, no sin antes emerger en un baile de tap o una danza por las nubes imaginarias del planetario de la ciudad.

La La Land puede mirarse a través de un ojo cínico que resalte la superficialidad de una ciudad como Los Angeles, donde todo aspirante a artista espera ser descubierto y saltar a la fama de la noche a la mañana. Los tontos que sueñan, dice la canción "Audition", cantada por Mia durante una audición. Chazelle entiende este cinismo y nos brinda una perspectiva honesta que celebra el esfuerzo de quienes se aferran a sus sueños (y cuentan con el talento para hacerlos realidad). Emma Stone encapsula a la perfección esta visión mediante su interpretación, jocosa y romántica, frustrada pero tenaz, y siempre sincera, que la convierte en lo mejor de la cinta. Su química con Ryan Gosling es innegable, aún después de tres películas como co-estrellas. Puede que no sean los mejores cantantes o bailarines, pero es en esa imperfección que sus personajes se mantienen al nivel de los mortales, aún cuando bailan por las nubes.

Mia y Sebastian, los soñadores de esta historia.

La música de Justin Hurwitz resulta enormemente pegajosa, gracias a partituras como "Mia & Sebastian's Theme" y "City of Stars", que reaparecen cada cierto tiempo durante la historia para marcar el estado del romance de los personajes, o la disolución de éste. Al igual que con Whiplash, Chazelle deja claro que los logros implican sacrificios, sobre todo en el mundo artístico, donde las relaciones personales suelen sacrificarse en pro del éxito profesional. Es un tema recurrente en el trabajo del director, pero el panorama en este caso luce mucho más optimista que en aquel film. Más allá del drama necesario para construir una historia, La La Land es una oda al género musical de antaño que captura con gracia aquello que llaman la magia del cine, tal vez porque sus personajes buscan, precisamente, brillar en una ciudad de estrellas.

Puntuación: 5 de 5.


viernes, 20 de enero de 2017

ROGUE ONE: La precuela que Star Wars necesitaba

Jyn Erso, rebelde con causa.

En términos cinematográficos, un McGuffin es un objeto o dispositivo que permite que la trama de una película avance, aunque dicho objeto no posea mayor relevancia para la historia en sí. La Estrella de la Muerte ha sido el McGuffin de preferencia en la saga de Star Wars. Fue el objeto a destruir en los episodios IV, VI y VII, pero cualquier sinopsis de esos filmes se enfocaría primero en relatar la tormentosa relación de Luke Skywalker y Darth Vader, o el romance entre Han Solo y la Princesa Leia, antes de hablar sobre una nave espacial gigante con forma de luna.

Rogue One: A Star Wars Story es el primer spin-off o historia adyacente a la saga principal de Star Wars. Cronológicamente, se ubica entre los episodios III (Revenge of the Sithy IV (A New Hope), justo cuando es construída la primera Estrella de la Muerte. Sin embargo, cuenta con un reparto completamente nuevo y, por primera vez, no hay Jedi ni sables de luz a la vista. En su lugar, tenemos a Jyn Erso (Felicity Jones), una rebelde con causa que no necesariamente simpatiza con la Alianza Rebelde, pero cuyo ADN es clave para descifrar la nueva arma letal construída por el Imperio Galáctico, pues es la hija de Galen Erso (Mads Mikkelsen), el ingeniero responsable de la construcción de la Estrella de la Muerte.

Cassian Candor y K-2SO (Kaytoo)
El film comienza durante la infancia de Jyn, cuando Galen es separado de su familia por el agente imperial Orson Krennic (Ben Mendelsohn). Jyn permanece escondida varios días hasta que es encontrada por Saw Guerrera (Forest Whitaker), amigo de su padre y antiguo miembro de la Alianza Rebelde, quien la cría por el resto de su infancia. 15 años después, el espía rebelde Cassian Andor (Diego Luna) rescata a Jyn de una prisión imperial, con la condición de que ésta lo ayude a encontrar a Galen. Sin embargo, el verdadero plan de Cassian es asesinarlo sin hacer preguntas.

Para completar esta aparente misión de extracción, Jyn y Cassian cuentan con la asistencia de Bodhi Rook (Riz Ahmed), un piloto imperial desertor y amigo de Galen; el robot K-2SO (Alan Tudyk), mucho más altanero e irónico que C-3PO; un ferviente guerrero ciego creedor en la Fuerza llamado Chirrut Îmwe (Donnie Yen) y su compañero Baze Malbus (Wen Jiang). Como es de esperar, la misión embarca al grupo en un camino inesperado que los lleva a intentar robar los planos de la Estrella de la Muerte, y nuevamente el McGuffin preferido de Star Wars entra en juego.




Si bien Rogue One es un episodio aislado de la historia principal de Star Wars, el director Gareth Edwards realiza un gran trabajo al presentar a la mayoría de estos nuevos personajes con el bagaje necesario para generar afinidad en la audiencia. Jyn emana un estoicismo que la coloca siempre en ventaja ante cualquier intento por amilanarla, venga de amigos o enemigos. Felicity Jones brinda otro personaje femenino intrigante a la saga, apenas un año después de que la Rey de Daisy Ridley sorprendiera al mundo en The Force Awakens. Por su parte, Cassian es el primer personaje rebelde que posee una moralidad dudosa, un cambio interesante dentro de una saga que suele delinear con claridad la bondad de los héroes y la maldad de los villanos. A menor escala, el resto del equipo deja una huella importante dentro de esta galaxia, además de que está conformado por  el elenco más diverso de cualquier film de Star Wars.

En cierto modo, Rogue One alcanza convertirse en la precuela que los episodios I, II y III desearon ser. En perspectiva, si el origen de Darth Vader se hubiese contado en un sólo film en lugar de tres, quizás la percepción del público hacia Anakin Skywalker sería diferente. Y hablando de Darth Vader, Rogue One cuenta con la presencia del famoso villano en todo su esplendor, incluida la voz de James Earl Jones. Vader aparece en sólo un par de escenas, pero su participación en la historia es tan efectiva que ayuda a borrar de la memoria la triste escena final de Episodio III, que hasta ahora era la última escena de Vader en la gran pantalla.

Los AT-ATs regresan.
Otro personaje que regresa a Rogue One es Grand Moff Tarkin, quien originalmente fue interpretado por Peter Cushing. Gracias a la magia de los efectos digitales, Cushing tiene un rol preponderante dentro del film. El resultado es sin duda impresionante, aunque no 100% convincente, pero la inclusión de Moff Tarkin tiene sentido gracias a la relación intrínseca entre el personaje y la Estrella de la Muerte. Además, el film explora algunas tensiones internas entre los villanos de la historia, lo cual explica la aversión de Darth Vader hacia la habilidad destructiva de la Estrella de la Muerte, cuya autoría no le pertenece.

El último tercio del film brinda la experiencia más emocionante, acompañado de escenas de acción muy bien estructuradas y de un emotivo desenlace para la mayoría de los personajes, con la excepción de Saw Guerrera, quien se queda corto en desarrollo. Los minutos finales retratan con gracia el impacto del sacrificio y esfuerzo de este grupo, hasta ahora desconocido. La transición hacia el episodio IV es manejada con emoción y elegancia, y Rogue One tendrá a partir de ahora una influencia incuestionable para quien vuelva a ver A New Hope. La Fuerza es poderosa con Rogue One.

Puntuación: 4,50 sobre 5.

viernes, 18 de noviembre de 2016

DOCTOR STRANGE: Olvida todo lo que crees que sabes

El doctor ha llegado.
Iron Man, Hulk, Thor, Captain América, Guardians of the Galaxy, Ant-Man... Marvel continúa produciendo historias de origen de personajes relativamente desconocidos, y sigue teniendo éxito en su proeza de expandir su repertorio de superhéroes. El turno en el film número 14 de este enorme conglomerado es para Doctor Strange, el futuro Hechicero Supremo que trae consigo el uso de magia y una serie de trucos visuales bastante atractivos a este expansivo universo cinematográfico.

El Doctor Stephen Strange (Benedict Cumberbatch) es un exitoso y engreído neurocirujano, más interesado en encontrar el próximo caso que le traiga fama y gloria que del bienestar de los pacientes más necesitados. Strange es también un galán empedernido, aunque sus encantos ya no surtan efecto en la Dra. Christine Palmer (Rachel McAdams), con quien tuvo una relación sentimental en el pasado. Camino a una ponencia, Strange sufre un accidente automovilístico que destroza sus manos y acaba también con su carrera, más no con su ego.

Maestra y discípulo.
Cuando las cirugías y la terapia no funcionan para recuperar sus habilidades, Strange acude renuentemente a un templo en Kathmandu, Nepal, donde es recibido por Mordo (Chiwetel Ejiofor), un fiel discípulo de La Ancestral o The Ancient One (Tilda Swinton), la Hechicera Suprema. Como buen hombre de ciencia, Strange permanece incrédulo y arrogante ante las palabras de La Ancestral y sus promesas de curar el cuerpo con la mente. Sin embargo, ésta no vacila en callar su perorata arrogante con una muestra de su poder, la cual lanza a Strange en un viaje psicodélico que desprende su espíritu de su ente corpóreo y lo convence de que existe una visión del mundo hasta ahora desconocida para él.

La Ancestral ve el potencial en Strange para convertirse en un poderoso hechicero, pero también observa el mismo espíritu retador de su antiguo alumno, Kaecilius (Mads Mikkelsen), discípulo convertido en enemigo que al comienzo del film roba las páginas de un libro sagrado. La intención de Kaecilius es invocar a Dormammu, el ser supremo de una oscura dimensión donde el tiempo no transcurre y la vida es eterna. Para abrir el portal de la dimensión oscura, Kaecilius debe destruir los tres santuarios que protegen a la Tierra, ubicados en Londres, Nueva York y Hong Kong. 


Los ataques a cada templo dan lugar a varias de las escenas de acción más interesantes que se han visto en filmes de superhéroes. Tomando inspiración en la Inception de Christopher Nolan, el director Scott Derrickson reta las leyes de la física al torcer calles y edificios en todos los ángulos posibles, mientras que héroes y villanos combaten con espadas, látigos y escudos creados con sus propias manos, como si se tratase de su energía interior expresándose en el mundo táctil. Si Guardians of the Galaxy empleó una amplia paleta de colores y música ochentosa para establecer una identidad, Doctor Strange recurre a trucos visuales que alteran el tiempo y el espacio como elemento distintivo de sus películas hermanas. La noción de realidades paralelas, paradojas temporales y magia son conceptos nuevos dentro de este mundo de súper soldados, hombres verdes gigantes y dioses del trueno, e impresiona que Marvel continúe explorando territorios desconocidos dentro de su filmografía.

Inception 2.0
Benedict Cumberbatch emana un carisma reminiscente al de Robert Downey Jr. en Iron Man. Se sabe que los productores del film retrasaron el inicio de la filmación para contar con él, y la decisión trae dividendos en todos los ángulos. Cumberbatch no sólo adquiere un aspecto muy similar al del comic, sino que su carisma facilita la empatía hacia un personaje con pocas cualidades afectivas, reflejadas en especial durante una escena entre Strange y Christine donde éste descarga su frustración con palabras hirientes e inusuales en un futuro superhéroe. Al mismo tiempo, el actor cuenta con una ligereza ya vista en su rol titular en la serie Sherlock, que contribuye al muy necesario humor dentro de una trama en general bastante seria.

Tilda Swinton se roba la atención de la cámara en todas sus escenas, a pesar de la controversia generada por la escogencia de una mujer blanca para interpretar un personaje de aparente origen asiático. El carácter asexuado de la actriz sólo añade curiosidad hacia los enigmas que rodean a La Ancestral y el origen y alcance de sus poderes. Chiwetel Ejiofor también rompe el esquema del rol de sidekick gracias a un giro en el guión que ayuda a generar interés en el futuro de su relación como n Strange. Por su parte, Rachel McAdams tiene un rol algo limitado, pero la actriz aprovecha cada una de sus escenas para expresar más de lo que sus diálogos pueden inferir y su dinámica con Strange también se sale del molde de este tipo de películas.

Tienes algo en los ojos.
Marvel es ya infamemente conocido por sus villanos débiles y Kaecilius no aporta demasiado para cambiar esta tendencia. Mads Mikkelsen aprovecha su tiempo en pantalla, particularmente durante una confrontación con Strange a mitad de película, pero su papel es más un elemento que mueve la trama, mas no un personaje enteramente desarrollado. Sin embargo, Kaecilius resulta más interesante que villanos como Ronan en Guardians o Malekith en Thor: The Dark World, pero aún hay trabajo pendiente en esta área.

Doctor Strange es otro éxito para la maquinaria de héroes de Marvel. El film cumple con el propósito de introducir un personaje envolvente que sin duda jugará un rol crucial cuando los Vengadores enfrenten a Thanos en la futura Avengers: Infinity War, pero también genera amplias expectativas por la próxima entrega que nos adentre en los avatares de Stephen Strange. El doctor ha llegado para quedarse.

Puntuación: 4,50 de 5.

viernes, 30 de septiembre de 2016

DESDE ALLÁ: La distancia como arma narrativa

Alfredo Castro y Luis Silva en Desde Allá.

Armando (Alfredo Castro) no parece un caraqueño común. Habla con un acento foráneo, su rostro inexpresivo lo priva de toda calidez y su pausado caminar lo desconecta del caos de la ciudad. Acostumbra a rondar por la calle con un fajo de billetes, solicitando la compañía de hombres jóvenes que luzcan necesitados. Posee gustos particulares, pues no tiene relaciones sexuales con estos acompañantes, sino que se satisface con sólo observarlos semidesnudos.

Elder (Luis Silva) es uno de estos jóvenes. Trabaja en un taller mecánico y acaba de comprarle un carro destartalado a su jefe, con el sueño de repararlo y tener un vehículo. Pero Elder también es malandro y se redondea robando repuestos junto a una banda de antisociales. Cuando Armando lo lleva a su apartamento por primera vez, Elder lo llama "viejo marico", lo deja sin billetera y con un ojo morado. Sin embargo, el prospecto de continuar ganando dinero fácil incita futuros encuentros entre los dos.

Armando siempre observa 'desde allá'.

El venezolano Lorenzo Vigas debuta con un film atípico para el cine criollo, emocionalmente mucho más retraído que dramas recientes como Azul y No Tan Rosa Pelo Malo, los cuales también exploraban temas de identidad sexual dentro de la cultura machista venezolana. Vigas establece un tono pausado y contemplativo que ara el camino de un relato sórdido, donde dos personajes disímiles se mueven entre el límite de una dinámica paternal y una relación sexual. Castro realiza un trabajo interesante como el estoico Armando, de cuyo pasado y presente poco se sabe, más allá de tener una hermana (Catherina Cardozo), cuya vida parece bastante normal. En contraste, el personaje de Elder emana volatilidad e ira, y Silva es convincente a pesar de no ser un actor entrenado.



El guión mantiene distancia con sus protagonistas, dejando por fuera elementos de la trama para que el espectador los interprete a conveniencia. Vigas opta por no detallar los motivos del odio que Armando siente por su padre, al cual espía desde la distancia una vez que se entera de que éste "ha vuelto", quién sabe de dónde ni por qué. El riesgo de esta decisión creativa está en confundir ambigüedad con profundidad, las cuales no siempre van de la mano. Al intentar dejar un final abierto, el guión opta por sorprender con un giro de último minuto que quedaría mejor en un thriller de misterio, no en un drama pasional donde el foco de la historia es la relación entre una pareja atípica.

Elder y su carro.

La dirección visual de Vigas demuestra ser su mayor fuerte. La composición de planos otorga matices muy interesantes a los lugares más recónditos de Caracas. A veces, el foco abandona los objetos, como si los pensamientos se desvanecieran en el aire. Para esto, Vigas contó con el talento de Sergio Armstrong, director de fotografía de los galardonados filmes chilenos No y La Nana. Adicionalmente, el diseño de sonido juega un rol fundamental dentro del lenguaje sensorial que el director maneja, pues no hay banda sonora alguna.

Es poco probable que Desde Allá se convierta en un éxito comercial dentro de Venezuela, pues su sensibilidad e inspiración proviene del cine europeo, donde es más común que las emociones se contengan. Sin embargo, Vigas ha realizado un trabajo meticuloso que se traduce en una obra artísticamente poderosa, a pesar de que su guión no resulta tan profundo como cree ser. 

Puntuación: 4,25 de 5.