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jueves, 11 de diciembre de 2014

BIRDMAN (o la inesperada virtud de la ̶S̶O̶B̶E̶R̶B̶I̶A̶ ̶ ignorancia)

Riggan (Michael Keaton) y su alter ego, Birdman.

Alejandro González Iñárritu es un director ambicioso. Desde su ópera prima, "Amores Perros" y pasando por sus obras "21 Grams", "Babel" y "Biutiful", sus películas contienen una carga de existencialismo, expresado en un tono algo sermonero, siempre con la invitación abierta a reflexionar acerca de temas trascendentales. Es común que en sus cintas existan múltiples protagonistas, a veces en distintas partes del mundo o en sectores muy contrastantes de la sociedad.

En su nuevo film, "Birdman", Iñárritu opta por plantar la historia en un único espacio, y lo aprovecha para criticar la fijación de Hollywood con los blockbusters de súper héroes, el narcisismo en torno a las redes sociales y la percepción colectiva que confunde a celebridades con artistas. Encima de esto, decidió generar la ilusión de que las dos horas de película fueron filmadas en una sola toma, al estilo del film "Rope" de Alfred Hitchcock, lo cual exige una enorme precisión técnica y una vision artistica bastante amplia.

Michael Keaton interpreta a Riggan, un actor veterano que vio sus años dorados en Hollywood a inicios de la década de los 90, cuando protagonizó la trilogía ficticia del súper héroe Birdman. Olvidado por una industria obsesionada con la juventud, Riggan intenta relanzar su carrera al escribir, producir, dirigir y protagonizar una obra de Broadway, pero los sacrificios financieros y emocionales le afectan de manera irreversible. La realidad de Riggan con respecto a Hollywood es evidentemente similar a la de Keaton, cuya carrera se estancó luego de interpretar a Batman en las exitosas películas de 1989 y 1992.


Afortunadamente, Riggan es un personaje mucho más interesante que un mero reflejo de Michael Keaton. Su necesidad de volver a ser relevante contrasta con la total desconexión hacia su hija Sam (Emma Stone), quien acaba de salir de rehabilitación por consumo de drogas y trabaja como su asistente en el teatro. Riggan también debe lidiar con el reparto de su obra, entre los que se hayan su impredecible amante Laura (Andrea Riseborough) y la insegura y nerviosa Lesley (Naomi Watts), ambas actrices en total consonancia con sus roles secundarios. Así mismo, Zach Galifianakis se sale de su usual estilo irreverente al interpretar al manager de Riggan.

El mayor dolor de cabeza para Riggan ocurre con la llegada de Mike (Edward Norton), un actor conocido por entrometerse en el proceso creativo de sus proyectos (otro caso de un actor interpretándose a sí mismo). Mike le roba protagonismo a Riggan en la prensa y las redes sociales, al mismo tiempo que sacude la poca cordura que queda en éste. Cuando nadie lo observa, Riggan conversa con su alter ego Birdman, es capaz de mover objetos con la mente e incluso de volar por la ciudad, un escape de la realidad que lo mantiene a flote dentro del mar de conflictos que lo rodean.

La totalidad de la historia ocurre adentro y alrededor del teatro St. James de Times Square. Mediante tomas en steadicam (cámara en mano estabilizada), Iñárritu orquesta numerosas secuencias que obligaron a los actores a memorizar docenas de páginas de diálogo, para luego unirlas en post producción y generar la ilusión de que los 119 minutos de película fueron rodados en una sola toma. Más allá de ser un artilugio complicado, la técnica le brinda a más de un miembro del reparto la oportunidad de realizar las mejores interpretaciones que sus carreras hayan producido. Emma Stone y Zach Galifianakis se convierten en revelaciones, al tiempo que Edward Norton y, en especial, Michael Keaton, otorgan actuaciones memorables como no se les ha visto en al menos una década.

Keaton e Iñárritu entre tomas.

Así como "Gravity" mereció los más altos honores para Alfonso Cuarón, "Birdman" solidifica a Iñárritu como un director capaz de manejar un elenco de primera con las más altas exigencias técnicas. Ayuda que su director de fotografía sea Emmanuel Lubezki, quien también trabajó tras cámaras en el film de Cuarón. La banda sonora de Antonio Sánchez también aporta una energía intoxicante, con el añadido de que los músicos a veces forman parte de las propias escenas.

Birdman es un film satírico de una industria sobre saturada por un genero cinematográfico que continúa creciendo sin señales de estancamiento, pero al mismo tiempo cuenta una historia emotiva y sincera de un hombre que cuestiona los motivos de su propia existencia cuando los halagos y el éxito son sólo un vago recuerdo. Da gusto ver a un gran actor como Michael Keaton de vuelta a la palestra y es fácil imaginar que la carrera del actor viva un segundo aire a partir de aquí. La ambición de Iñárritu ha esparcido frutos con creces para sus colaboradores y es también una de las mejores películas del año.

Puntuación: 5 de 5.