Buscar este blog

sábado, 20 de septiembre de 2014

CANTINFLAS: Si yo fuera Passepartout

Oscar Jaenada como Cantinflas.
Mario Moreno es el actor cómico mexicano más reconocido de todos los tiempos. Muchos lo consideran el Charles Chaplin de Latinoamérica, pues al igual que éste, Moreno caracterizó casi siempre a un único personaje que mediante el humor reflejaba un lado poco favorecedor del status quo. Cantinflas es un vagabundo de buenos sentimientos con una poderosa labia para voltear cualquier situación a su favor, apreciador del buen vivir pero sin un centavo en los bolsillos, capaz de aceptar cualquier trabajo que le caiga por fortuna aunque no sepa nada sobre el oficio en cuestión. Moreno protagonizó más de 70 películas en su exitosa carrera y se convirtió rapidamente en un ícono de su país, gracias a la empatía que su picaresco Cantinflas generó en el pueblo mexicano.

Resumir una carrera prolífica de más de 40 años en un par de horas no es tarea fácil, pero es el reto que aborda el film "Cantinflas", de Sebastian del Amo, aunque con una estructura inesperada en un film biopico. En lugar de comenzar con los orígenes del joven Mario Moreno, del Amo inicia su historia en el Hollywood de los años 50, donde el productor Michael Todd (Michael Imperioli) intenta conseguir el apoyo financiero para producir la pelicula "La Vuelta al Mundo en 80 Días". La ambición de Todd es hacer la obra más compleja en la historia del cine, para lo cual necesita que celebridades de la talla de Frank Sinatra y Buster Keaton participen sin cobrar un centavo. De último en su lista de celebridades se halla un tal Cantinflas, quien interpretará al líder de una tribu de aborígenes, según los planes iniciales de Todd.

Es aquí cuando la trama retrocede un par de décadas y se traslada a México, donde un joven Mario Moreno (Oscar Jaenada) prueba su suerte al trabajar como mozo para un pequeño teatro ambulante. Una noche y por mera casualidad, debe apaciguar el abucheo de la multitud cuando uno de los shows no sale como se esperaba, pero la respuesta del público se transforma en risas gracias a los comentarios ocurrentes que Moreno lanza, con la única intención de que no le ensucien el teatro. Su jefe observa el potencial para hacer dinero y en poco tiempo el joven mozo pasa a formar parte del elenco. Sin embargo, la dificultad para memorizar un libreto lo lleva al borde del fracaso, pero instintivamente recurre a la improvisación, lo cual provoca carcajadas espontáneas en el público. Un espectador ebrio le grita al actor "¿Cuánto inflas en la cantina?, que pronunciado más rápido suena como "¿Cuantinflas? y así nace el nombre de Cantinflas.



La historia salta constantemente entre la evolución de Moreno como figura pública de México y la odisea de relaciones públicas de Michael Todd. Esta estructura juega a favor de mirar al fenómeno de Cantinflas desde ojos foráneos, quizás con la intención de que nuevas generaciones conozcan y aprendan sobre el artista. Sin embargo, los segmentos enfocados en Cantinflas son más numerosos y sin duda más interesantes, algo de esperar cuando el título del film sólo hace referencia al actor.  

El mayor acierto de la película está en la elección de su protagonista, Oscar Jaenada. Desde que realiza su primer monólogo como Cantinflas, tomado del film "Si yo fuera diputado", el actor captura con una precisión impresionante el particular tono de voz y la gesticulación de Mario Moreno. Su parecido físico contribuye a generar la ilusión de que el propio Cantinflas está en pantalla, dentro y fuera de personaje. La controversia que pudo haber creado la escogencia de un actor español para interpretar a un ícono mexicano se justifica al apreciar el resultado final.

Es probable que el film sea mejor valorado por quienes crecieron viendo las películas de Cantinflas y posean una apreciación más amplia de su legado. El guión se dedica a mostrar al hombre detrás de cámaras, por lo que el humor característico de sus películas es relegado a un segundo plano. Del Amo recrea algunas situaciones de la vida de Cantinflas sobre las cuales no existen referencias directas, como la imposibilidad de él y su esposa para tener hijos o su trabajo como líder del sindicato de actores de México, lo cual brinda un retrato bastante completo de Mario Moreno como esposo, activista político y hombre del pueblo, como él mismo se llamaba. 

Un desenlace un tanto abrupto genera a su vez un mensaje algo contradictorio, haciendo entrever que la llegada de Moreno a Hollywood representó la cúspide de su carrera, cuando su trayectoria y alcance hacia Latinoamérica fue mucho más trascendente dentro de su legado cinematográfico. Por otro lado, los segmentos de Michael Todd sufren de diálogos muy expositivos y algunas interpretaciones un tanto telenovelescas, aunque los cameos de personalidades como Elizabeth Taylor y Charles Chaplin compensen en parte por estas fallas. 

Por el contrario, el encuentro entre Todd y Moreno coloca a dos veteranos de mundos distintos en un mismo plano. Michael Todd vio el genio de Cantinflas en primera fila y decidió así otorgarle el rol de Passepartout en "La vuelta al mundo en 80 días", una decisión que incluso hoy en día sería controversial en Hollywood.

Gracias a la brillante actuación de Jaenada, el film "Cantinflas" supera las debilidades que puedan existir en su guión. Es una obra que celebra el legado del artista y honra la memoria del hombre. Mario Moreno fue torero, boxeador, actor, esposo y padre en una sola vida, pero Cantinflas continúa representando al hombre latinoamericano en su tenacidad, ocurrencias y sentido del humor frente a los avatares de la vida, en la eterna búsqueda del buen vivir. Ahí esta el detalle...

Puntuación: 4 de 5.

Para disfrutar de la gran mayoría de las obras de Cantinflas, basta con buscarlas en Youtube. Aquí una pequeña muestra: "El bolero de Raquel", "Si yo fuera diputado" y "El señor fotógrafo".