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domingo, 31 de agosto de 2014

DAWN OF THE PLANET OF THE APES: Los simios revelan su humanidad

 
Andy Serkis como Caesar (añadido digitalmente en post producción)


La franquicia de "El Planeta de los Simios" tiene más de 40 años de existencia y ha dado a luz a ocho películas discordantes en su calidad. La original "Planet of the Apes" de 1968, protagonizada por Charlton Heston, es considerada un clásico y su trama contiene uno de los giros más inesperados en la historia del cine (SPOILER: el personaje de Heston descubre los restos de la Estatua de la Libertad en una playa, percatándose así de que el planeta de los simios no es otro que La Tierra). 

Un total de cuatro secuelas vinieron en menos de seis años, pero el presupuesto se encogió con cada nueva entrega y Heston no regresó a ninguna de ellas, hasta que el público perdió el interés. En 1998, Tim Burton dirigió un "reboot" que pretendía relanzar a la franquicia, pero ese film merece vivir exiliado en otro planeta.

No fue hasta 2011 que los simios volvieron a las pantallas con "Rise of the Planet of the Apes", una precuela que cuenta la historia de Caesar, el primer chimpancé parlante del mundo y futuro líder de los primates. El guión pecó por el poco desarrollo de sus personajes humanos, pero el personaje de Caesar le otorgó una vitalidad inesperada a un film que para el momento no había generado muchas expectativas. 

Malcolm (Jason Clarke) junto a Caesar.
Interpretado magistralmente por Andy Serkis y animado por tecnología "motion capture', Caesar regresa como protagonista en "Dawn of the Planet of the Apes", la cual tiene lugar 10 años después de los hechos del film anterior. El 99% de la humanidad ha muerto debido a un virus mortal, tan sólo el 1% ha logrado sobrevivir debido a su inmunidad natural al virus. Caesar y el resto de los simios viven en forma de tribu en un bosque cercano a la ciudad de San Francisco, en armonía con la naturaleza y alejados de los humanos.

Un encuentro violento entre un pequeño grupo de personas y un par de simios pone a prueba el liderazgo de Caesar, quien perdona sus vidas a pesar de la muerte de uno de los suyos. Los humanos, liderizados por Malcolm (Jason Clarke), insisten en permanecer en el área, pues desean reactivar una planta eléctrica que le devuelva la energía a su refugio en la ciudad. Habiendo crecido con un humano que siempre lo trató con amor, Caesar se percata de las intenciones nobles de Malcolm y les permite hacer su trabajo.

Cuando los dos grupos se ven forzados a convivir, existe tensión en ambos lados, pero la bondad de Caesar y Malcolm se impone momentáneamente. Sin embargo, todos sabemos que esta historia no acaba bien para los humanos, por lo que los momentos de armonía adquieren una connotación melancólica y trágica, haciéndonos desear que todo termine bien aún teniendo la certeza de que no será así.


El guión no repara en remarcar el carácter destructivo del hombre en contraposición con el balance natural entre los simios y su entorno. Sin embargo, estos simios poseen rasgos humanos que los acercan a la misma oscuridad a la que muchos hombres pueden llegar si las circunstancias lo permiten. Koba (Tony Kebbell), el segundo en mando de la tribu, detesta a los humanos y no tardará en voltear las cartas a su favor, no sólo para deshacerse de los humanos sino también de Caesar.

Los personajes humanos cuentan con un mejor desarrollo que en el film anterior: Gary Oldman interpreta al líder del refugio en la ciudad, fungiendo como figura antagónica, mientras que Keri Russell cuenta con algo de dimensionalidad como la esposa de Malcolm. Aún así, el film le pertenece a los simios y el director Matt Reeves los ubica en el centro de la historia. Es un gusto observar la animación de los simios, la evolución de la tecnología en apenas tres años es notable. 

Una secuencia donde los simios entran como ejército a la ciudad para advertir a los humanos resulta imponente y escalofriante, aunque los detalles en sus expresiones durante los momentos más íntimos son igual de impactantes. Por su parte, Andy Serkis agrega otra excelente interpretación digital a un curriculum que incluye a Gollum en la saga de "El Señor de los Anillos" y al mismo King Kong, entre otros personajes.

"Dawn of the Planet of the Apes" no sólo es superior a su predecesora, es también el mejor film de la franquicia después del original. Cuenta con una escala épica que la posiciona por mérito propio como una gran película que además explora terrenos nuevos dentro de la saga. El fin de la humanidad se vuelve cada vez más interesante.

Puntuación: 5 de 5.

viernes, 22 de agosto de 2014

GUARDIANS OF THE GALAXY: Los bandoleros del universo Marvel

Groot, con la voz de Vin Diesel.
El éxito alcanzado por Marvel en su proeza cinematográfica, que ya abarca una decena de films estrenados en apenas seis años, le ha permitido al estudio explorar los comics de sus héroes menos conocidos y trasladarlos a la gran pantalla. Antes del estreno de "Iron Man" en 2008, pocos conocían el nombre de Tony Stark, pero "Iron Man 3" recaudó más de mil millones de dólares a nivel mundial en 2013. Es probable que a partir de ahora, personajes como Starlord, Groot, Rocket, Drax y Gamora adquieran una popularidad similar.

"Guardians of the Galaxy" pertenece al universo cinematográfico de Marvel, pero se siente como una versión más ligera de Star Wars, donde no hay imperio que destruir ni una fuerza por dominar, sino un quinteto de descarrilados que deben aprender a soportarse para sobrevivir y, eventualmente, vencer a un enemigo en común. El "líder" de este grupo intergaláctico es Peter Quill (Chris Pratt), mitad Han Solo y mitad Indiana Jones, un cazarrecompensas que se hace llamar Starlord y viaja por la galaxia buscando tesoros y rompiendo corazones. 


Durante su más reciente descubrimiento de una valiosa esfera, Peter se topa con los secuaces de Ronan El Acusador (Lee Pace), quienes buscan apoderarse del objeto, pero logra escapar de ellos. Ronan coloca un precio a su cabeza y envía a la asesina, Gamora (Zoe Saldana), a recuperar la esfera. El encuentro entre ambos no se hace esperar, pero la presencia de otro par de cazarrecompensas complica las cosas. Rocket (Bradley Cooper) y Groot (Vin Diesel), un mapache parlante y un árbol andante, intentan atrapar a Peter mientras Gamora busca apoderarse del orb, pero los cuatro terminan bajo arresto debido a la persecución nada discreta que protagonizan en el centro de la capital del planeta Xandar.

En una cárcel que no repara en género o planeta de origen, el grupo se topa con Drax El Destructor (Dave Bautista), quien intenta asesinar a Gamora en venganza por la muerte de su familia a manos de Ronan. Al mismo tiempo, Rocket y Groot idean un plan de escape que se desencadena de forma inesperada. Es así como el quinteto huye de prisión, pero con más de un enemigo a cuestas.

Lo que sigue es una historia contada innumerables veces que acierta en no tomarse en serio a sí misma, enfocándose en situaciones humorísticas generadas por el choque de personalidades que ocurre entre sus protagonistas. Rocket es irónico y algo rabioso, mientras que Drax es tosco y no comprende ningún tipo de sarcasmo. Gamora es tan ruda que no es capaz de bailar ante una canción pegajosa, pero Starlord es fanático de la música pop de los años 80, proporcionando además el soundtrack retro de la película mediante su imperdible Walkman. Y luego está Groot, el adorable árbol que sólo sabe decir "Yo soy Groot", aunque Rocket es capaz de hallar el significado de sus palabras en cualquier situación.

Zoe Saldana y Chris Pratt como Gamora y Starlord.
El director James Gunn entiende la ligereza del material con el que trabaja, por lo que no pretende vendernos el dramatismo que caracteriza a otras historias de súperheroes. Por el contrario, Gunn casi tira por la ventana la trama que conecta al film con el resto del universo Marvel, deteniéndose brevemente en puntos necesarios como la visita a El Coleccionista (Benicio Del Toro) o una escueta escena con Thanos (Josh Brolin), sin perder el rumbo en el desarrollo de los lazos que unen a este peculiar grupo de Guardianes.

Por fortuna, los actores le siguen el juego a la visión del director. Chris Pratt encaja sin ninguna dificultad en el papel de Starlord gracias a su carisma y sentido del humor, al tiempo que el luchador Dave Bautista aporta más dimensión al rol de Drax de la que suele recibir el fortachón de la historia. Zoe Saldana es menos memorable como la única mujer del grupo, pero al menos mantiene el ritmo de sus co-estrellas y se mimetiza con éxito dentro del quinteto. Por su parte, el trabajo vocal de Bradley Cooper, sumado a una animación digital de primera, hacen del duo de Rocket y Groot lo mejor de la película.

"Guardians of the Galaxy" era un proyecto que tenía todas las de perder gracias a una premisa rebuscada con personajes desconocidos para el público general. La apuesta de Marvel no sólo fue exitosa, sino que supera con creces a las primeras partes de súperheroes más familiares como Thor y Capitán America, ubicándose dentro de las mejores películas que el estudio ha producido hasta ahora. Los conflictos existencialistas que este grupo afronta se resuelven contando la leyenda de Footloose y el gran Kevin Bacon, o bajo la melodía de "Ain´t no Mountain High Enough", nada de estrés post traumático ni mártires inmolados.

Puntuación: 4.75 de 5

Más sobre "Guardians of the Galaxy":
- Entrevista a James Gunn y al elenco (Collider)
- 10 "easter eggs" en la película (IGN)

viernes, 15 de agosto de 2014

ROBIN WILLIAMS: El genio del humor


Días después de la muerte de Robin Williams, internet y las redes sociales continúan saturados de información sobre el artista. Mas allá de los detalles alrededor de su partida, existe un desasosiego en torno a su muerte que rara vez alcanza tal magnitud. Su presencia en las vidas de millones de personas durante más de tres décadas, a través del cine y la television, ha dejado una huella que quizás hasta ahora no sabíamos que existía.

La hiperactividad y energía de Robin eran contagiosas. Basta con mirar alguna de sus entrevistas para admirar a un genio de la improvisación. Su candidez y gentileza, combinadas con su sentido del humor, lo convirtieron en un talento como pocos, capaz de dar inmesurablemente con la única condición de recibir una risa a cambio.

No soy de la generación de "Mork & Mindy" y nunca he terminado de ver "Popeye", pero recuerdo claramente haber ido al cine a ver "Hook", donde Robin interpretó a un Peter Pan adulto que debe regresar al país de Nunca Jamás, analogía muy adecuada para un adulto que nunca escondió a su niño interior. Sin embargo, el rol con el que definió a toda una generación de niños en la década de los 90 fue el Genio de "Aladdin". La voz de Robin parecía ir más rapido que su mente, los animadores del film ilustraron brillantemente su carácter histriónico y el resultado fue uno de los mejores personajes animados en la historia del estudio.

Poco después vino "Mrs. Doubtfire", donde Robin interpretó a un padre divorciado que se hace pasar por una niñera británica para poder estar junto a sus hijos. La transformación le valió al film un Oscar al mejor maquillaje, pero detrás del traje de látex y la máscara de goma brotaba otra inolvidable interpretación. Es probable que "Mrs. Doubtfire" sea el film más divertido de toda su carrera.

Robin intervino en muchas otras películas para niños, entre ellas "Toys", "Jumanji", "Flubber" y "Night at the Museum". Aunque distan mucho de ser clásicos del cine, son parte de la filmografía que lo ubicó en la conciencia de toda una generación. Su participación es la mejor excusa para al menos ver unos minutos cuando las encontramos al pasar canales en la televisión.

Ya en mi adolescencia comencé a apreciar su trabajo dramático. "Awakenings", "Dead Poets Society" y "Good Morning, Vietnam" eran transmitidas con bastante frecuencia en la televisión. Obtuvo 4 nominaciones al Oscar durante su carrera, pero fue "Good Will Hunting" la que le valió la estatuilla. En su rol como psicólogo y figura paternal de un joven brillante y problemático, interpretado por Matt Damon, Robin nos brindó una de sus interpretaciones más transparentes y sinceras.

Tanto "Patch Adams" como "What Dreams May Come" se estrenaron en 1998. La primera fue un éxito comercial, pero ambas fueron destrozadas por la crítica. Ambos films fueron tildados de manipuladores y sentimentalistas, pero tocaron una vena en el público que los mantiene muy presentes en la memoria colectiva, a pesar de sus detractores.

Su generosidad como actor también trascendía cuando dejaba que otros se lucieran en su lugar. En "The Birdcage", Nathan Lane se comía la pantalla, pero era Robin quien devolvía la pelota para que su co-estrella brillase con más intensidad.

Robin también exploró terrenos oscuros y por demás interesantes. En "Insomnia" interpretó a un asesino que le hace la vida imposible a Al Pacino, mientras que en "One Hour Photo" mostró un lado perturbador como un revelador de fotos que se obsesiona con las vidas de sus clientes. En retrospectiva, su personaje en ese film poseía una melancolía que pertenecía al verdadero Robin, pero sus cualidades multifacéticas impiden que lo encasillemos en cualquier arquetipo.

Mi esposa y yo tuvimos la oportunidad de ver a Robin en vivo en la obra de Broadway titulada "Bengal Tiger at the Baghdad Zoo", donde interpretó a un tigre de bengala que muere durante un bombardeo a la ciudad de Baghdad, por lo que se dedica a comentar el sinsentido de la masacre, así como de la guerra en general. Disfrutar de su interpretación, dramática en este caso, ha sido una de las experiencias más satisfactorias que hemos vivido en el teatro.

Con más de 70 películas en su curriculum, Robin Williams nunca descansó profesionalmente. Al leer su filmografía en IMDB me doy cuenta de que aún tengo obras suyas por descubrir, entre ellas "The Fisher King", por la que recibió una nominación al Oscar, o "World's Greatest Dad", que tiene un puntaje de 89% en Rotten Tomatoes. Además, dejó cuatro películas por estrenar, lo cual brinda un leve consuelo para quienes aún no procesamos su partida. 

Recordaremos siempre en Robin Williams a un genio del humor que no temía abrir su corazón, impredescible y cálido en igual medida. El mundo llora hoy a un gran hombre que también fue un gran artista.

viernes, 1 de agosto de 2014

AZUL Y NO TAN ROSA: La vida en colores



El azul es para los varones y el rosa para las niñas. Es una norma tácita por la cual nos regimos para escoger el regalo de un recién nacido o para vestir a un niño pequeño. Un varón vestido de rosa sería objeto de burla para unos e incluso motivo de vergüenza para otros. A medida que crecemos, adoptamos muchos otros matices, pero el principio se mantiene. Azul para los varones, rosa para las niñas.

Ser homosexual en muchos países latinoamericanos continúa siendo un estigma, pero la realidad es que no todo el mundo se viste de un sólo color. Mediante su film "Azul y no tan rosa", el venezolano Miguel Ferrari nos muestra una visión romántica de la homosexualidad en una sociedad machista que aún tiene mucho camino por recorrer en cuanto a la aceptación, social y jurídica, relacionada con el tema.

Diego (Guillermo García) es un fotógrafo de moda que vive cómodamente en Caracas, con el estilo de vida superficial típico de un adulto soltero. Comparte con su novio Fabrizio (Sócrates Serrano), pero no tiene intenciones de enseriar la relación. Las cosas cambian para Diego cuando Fabrizio es víctima de un ataque violento por parte de una pandilla de homofóbicos, que lo dejan en estado crítico en el hospital. Para complicar más las cosas, Diego recibe una llamada de Valentina (Arlette Torres), un amor de su adolescencia que vive en Madrid, quien le pide que cuide por el verano a Armando (Ignacio Montes), el hijo adolescente de ambos y fruto de su amor juvenil.

Diego tiene más de cinco años sin ver a Armando y prácticamente no ha hablado con él en ese tiempo, algo que Armando resiente. Aunque Diego nunca le ha confesado a su hijo que es homosexual, éste lo descubre rápidamente. Armando no es gay como su padre, pero sufre de inseguridad crónica cuando de mujeres se trata. Su tiempo juntos les permitirá a padre e hijo reencontrarse como familia, aunque de formas inesperadas para ambos. El español Ignacio Montes concede una interpretación auténtica y madura como Armando, mientras que Guillermo García mejora a medida que el film avanza y parece sentirse más cómodo en su papel.


Ferrari muestra una clara influencia de los films de Pedro Almodóvar y construye un cuadro familiar muy bien ejecutado, con personajes incidentales que viven historias complejas alrededor de los personajes principales. Por un lado está Perla Marina (Carolina Torres), la asistente de Diego, quien no logra salir de una relación sentimetal abusiva, así como Delirio (Hilda Abrahamz), una transexual que aún resiente un desengaño amoroso de su adolescencia. Por su parte, los padres de Diego, interpretados por Elba Escobar y Juan Jesús Valverde, ilustran la dualidad que obliga a muchos a esconder su homosexualidad ante los ojos de su familia, aún cuando estos la intuyan. El guión otorga el espacio suficiente para que cada uno de estos personajes aporte un punto de vista diferente hacia un mismo tema. 

De forma menos sutil, la película tiene también un villano en Racso (Alexander Da Silva), el pandillero que ataca a Fabrizio y que parece expresar una homosexualidad frustrada mediante la violencia. Es aquí donde la historia intenta abarcar mas de lo que debe, pues su personaje continúa apareciendo en circunstancias forzadas que conducen a un desenlace demasiado conveniente y poco convincente. Al menos, el film no termina con este conflicto sino que brinda un acto final purificador y reconfortante que ata muy bien las historias de sus personajes, cerrando en una nota positiva y esperanzadora, como poco acostumbran a hacer los films venezolanos.


La cinematografía de Alexandra Henao y la dirección de arte de Marcelo Pont Vergés merecen un especial reconocimiento. Los escenarios principales cuentan con una paleta de colores propia que hace juego con el tono emocional de las vivencias de los personajes, convirtiéndose así en el aspecto estético más llamativo del film. Azul y rosa son sólo dos dentro de la gama de colores que aquí se retratan.


Puntuación: 4.25 de 5.


Más sobre "Azul y no tan rosa":


- Tras cámaras de "Azul y no tan rosa".