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viernes, 11 de diciembre de 2015

SPECTRE: Cuestión de perspectiva

Léa Seydoux es Madeleine.

No es necesario ir muy lejos para percatarse de que la filmografía de James Bond está llena de altibajos. Daniel Craig ha interpretado al agente 007 en cuatro películas, dos de las cuales resaltan dentro de las mejores en el canon cincuentenario de esta saga, en parte porque revelaron un lado más intenso y oscuro que el personaje no mostraba desde la era de Sean Connery. Los filmes con Daniel Craig han procurado mantener cierta continuidad entre una cinta y otra, algo que no importaba mucho en el pasado. La pérdida de su amada Vesper (Eva Green) en "Casino Royale" continúa generando estragos en la psiquis de Bond, mientras que la muerte de M (Judi Dench) en "Skyfall" demostró que es imposible escapar de un pasado lleno de asesinatos y traición. Entre esas cintas, "Quantum of Solace" quedó como el hijo del medio, un film con una crisis de identidad que no sabía si era una segunda parte o una entrega independiente, y ahora la misión de "Spectre" es atar todos los cabos y entregarlos con un lazo dorado para, supuestamente, cerrar la era de Craig con broche de oro.

Christoph Waltz como Blofeld, "One million dollars, buahaha".
Aunque no posee las mismas fallas que "Quantum...", Spectre cae en la tentación de reciclar varios elementos y vicios que esta versión de 007 parecía haber dejado atrás. Las locaciones exóticas y las mujeres bellas siempre han formado parte de estas películas, pero en esta ocasión la historia repite el mismo patrón una y otra vez: el héroe viaja por el mundo en búsqueda de un objeto o persona que lo conduce a un nuevo lugar en búsqueda de otro objeto o persona, usualmente con una aparatosa escena de acción de por medio de la cual sale sin un sólo rasguño. Es la fórmula Bond, sin duda, y ha funcionado por más de 50 años, pero la ejecución en los últimos filmes otorgaba prioridad a la historia, mientras que en esta ocasión las cosas parecen andar en piloto automático.

Si bien "Skyfall" ya había explorado el pasado de su protagonista, el villano de esta entrega es nuevamente una figura conocida que busca venganza a como dé lugar. Blofeld (Cristoph Waltz) es la cabeza de Spectre, una poderosa organización malvada que al parecer ha estado detrás de todos los planes macabros de los tres filmes anteriores, así como de todo el sufrimiento infligido hacia Bond. Blofeld no aparece en pantalla hasta más o menos la mitad del film, imitando nuevamente la estructura de Skyfall, donde el Silva de Javier Bardem también entraba en acción a medio camino. Sin embargo, Blofeld es un villano mucho más débil, principalmente porque la mayoría de sus escenas consisten en intercambios verbales con Bond mientras Blofeld se mantiene inmóvil desde una posición segura. El guión pareció confiar en que el actor vendería al villano, pero ni siquiera un ganador de dos Oscars puede darle vida a un personaje tan estereotipado. Blofeld ya existió en versiones anteriores de Bond y fue parodiado hasta el cansancio a través del Dr. Evil de Austin Powers, por lo que es difícil ver al personaje sin algo de ironía, aún sin un gato sentado sobre su regazo. 

Monica Belucci y Daniel Craig.
Monica Belucci es una de las chicas Bond en esta oportunidad, en lo que podría catalogarse como una aparición especial con el único fin de mostrar a Monica Belucci en un film de James Bond (algo que incomprensiblemente no había sucedido hasta ahora). Por desgracia, sus escenas con Bond caen en el borde del ridículo y fungen como simple relleno dentro de la historia. La chica principal es Madeleine (Lea Seydoux), hija de Mr. White (Jesper Christensen), a quien vimos por última vez en Quantum of Solace. Seydoux es bastante más joven que Daniel Craig, por lo que su relación inicialmente no posee un tono romántico. Madeleine es la chica Bond más interesante desde Vesper, gracias a que la interpretación de la actriz no sacrifica la independencia del personaje por su sensualidad, aún cuando debe ser rescatada en un par de ocasiones. Además, la decisión de enamorarse de Bond es suya y no de éste.

Las escenas de acción varían entre tibio y frío. La primera escena, grabada en Ciudad de México, comienza con un plano secuencia bastante complejo durante la celebración del Día de los Muertos y culmina con una impresionante pelea a bordo de un helicóptero. Por otro lado, una persecución en las calles de Roma entre el Aston Martin de Bond y el Jaguar de Mr. Hinx (Dave Bautista) surge como la segunda mejor del film. Poco o nada más resulta memorable en este plano, una secuencia en las montañas nevadas de Austria se torna caricaturesca en el momento que Bond desciende de un precipicio en una avioneta, al tiempo que dispara a vehículos en movimiento, aniquilando a todos los villanos sin siquiera despeinarse. De igual forma, el último encuentro entre Bond y Blofeld carece de lógica narrativa al tomar en cuenta las circunstancias previas a éste.



Craig aporta el mismo carisma y sex appeal que lo ha hecho famoso, pero el actor a veces luce un tanto aburrido del papel. Ciertamente, Bond siempre mantiene la calma ante las situaciones más inverosímiles, pero los momentos de vulnerabilidad que hicieron de "Casino Royale" y "Skyfall" dos obras memorables son escasos aquí. "Spectre" podría pasar por un film de la era de Pierce Brosnan y quizás sería calificado de manera más complaciente, pero este Bond nos ha acostumbrado a cosas mejores. Si ésta es realmente la última interpretación de Craig en el papel de 007, los mejores días de Bond habrán quedado atrás... hasta que el nuevo reboot demuestre lo contrario.

Puntuación: 3 de 5.

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