Por Daniel Monserat, cineasta y cinéfilo, @danmonse en tu red social preferida.
Buscar este blog
viernes, 22 de abril de 2016
THE JUNGLE BOOK: "Busca lo, más vital nomás."
Mowgli y Baloo.
En los últimos años, Disney ha optado por recrear algunas de sus películas animadas más populares con actores de carne y hueso. Todo comenzó en 2009 con la "Alice in Wonderland", de Tim Burton, a la cual le siguieron "Maleficent" en 2014 y "Cinderella" en 2015. El turno ahora le corresponde a "The Jungle Book", quizás la opción más osada dentro de este nuevo nicho. ¿La razón? El film de 1967 sólo cuenta con un personaje humano, mientras que el resto del elenco consiste en una gran variedad de especies animales.
El reto de dirigir esta adaptación lo asumió Jon Favreau, director de "Iron Man" y "Chef", y los personajes animados a mano se convirtieron en personajes digitales. No contento con esto, Favreau optó por también recrear digitalmente los vistosos paisajes y escenarios de la jungla, por lo cual el único elemento humano dentro del film es Mowgli (Neel Sethi), el niño que fue rescatado por la pantera Bagheera (Ben Kingsley) y creció dentro de una manada de lobos. De esta forma, la labor técnica y artística de "The Jungle Book" recrea un mundo artificial evocativo de films como "Life of Pi" y "Avatar", con el añadido de un elenco de voces escogido a la medida de cada uno de los miembros de esta nueva y actualizada jungla.
Shere Khan.
Favreau es un fan declarado del film original, pero adaptar un largometraje animado, estrenado hace casi 50 años, le obligó a hacer algunos ajustes a la trama y al tono de la historia. A diferencia del Mowgli anterior, que solía meterse en problemas por su actitud arrogante ante los peligros de la selva, este cachorro humano vive en armonía con la naturaleza. Su manada lo considera un lobo más y es capaz de arreglárselas por sí solo. De hecho, su capacidad de emplear "trucos", como recoger agua con un envase o cortar ramas para tejer soga, intimida al resto de los animales, en particular a su padre, el lobo Akela (Giancarlo Esposito), quien le prohibe demostrar estas habilidades frente a los demás. Sin embargo, el tigre Shere Khan (Idris Elba), marcado en su rostro por la flor roja del hombre, considera al cachorro humano como una amenaza, y le declara la guerra a todo aquel que intente protegerlo. Debido a esto, Mowgli decide marcharse de la manada, a pesar del dolor de su madre, la loba Raksha (Lupita Nyong´o).
Otra diferencia importante es que este film no es un musical, aunque Disney no pudo resistirse de incluir las canciones más populares de la versión original: "The Bare Necessities", interpretada por el oso Baloo (Bill Murray), es recreada de forma bastante fiel, con Mowgli posando sobre el estómago del oso mientras ambos flotan río abajo; mientras que "I Want To Be Like You" le pertenece al Rey Louie (Christopher Walken), un mono gigante que en esta versión actúa más como jefe de la mafia que como un chiflado de la jungla. Ambas canciones, en particular la segunda, generan una ruptura un tanto abrupta en el ritmo de la historia, pero no incluirlas habría generado revuelo entre los fanáticos y las melodías continúan siendo igual de pegajosas.
El gigante rey Louie.
El peligro permanece latente a lo largo de todo el film, ya sea que provenga de la seductora serpiente Kaa (con la voz, por supuesto, de Scarlett Johansson), o del propio Shere Khan, cuya caracterización lo despoja de todo el encanto del personaje animado y lo convierte en un vil asesino. La onda colorida del film animado es substituida por tonos cálidos que parecen contar la historia en un eterno atardecer, lo cual aviva la emociones pero a la vez contribuye a elevar la tensión. De hecho, hay momentos estresantes que podrían asustar a los más pequeños, pero el rato desagradable vale la pena cuando la historia brinda un mensaje sencillo pero efectivo sobre la importancia de la armonía entre el hombre y la naturaleza.
Mowgli y Bagheera.
Los efectos visuales son impresionantes, bien sea por el realismo de cada una de las criaturas o por los maravillosos paisajes, todos construidos en post-producción. La jungla está poblada por todo tipo de especies y cada criatura parece haber sido diseñada con la misma minuciosidad, sin importar el tiempo que aparezca en pantalla.
En algunos sentidos, el film de Favreau supera al original. El director acudió a la obra escrita de Rudyard Kipling para nutrir al mundo que los personajes habitan, lo cual le permite explorar las normas que rigen a esta sociedad de animales, así como el misticismo de los elefantes, considerados los creadores de la jungla según la mitología selvática. Varios personajes cuentan con un arco narrativo mucho más satisfactorio, sobre todo los padres lobos de Mowgli y el propio Bagheera. Por su parte, el Baloo de Bill Murray preserva el mismo encanto que hizo de este personaje un ícono de la animación. Nadie pidió este remake, pero a veces "mamá naturaleza" simplemente nos regala películas inolvidables como ésta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario