Buscar este blog

viernes, 2 de septiembre de 2016

STAR TREK BEYOND: Un film televisivo, en el buen sentido de la palabra

Spock y Dr. McCoy, la pareja dispareja.
Este año se celebra el 50 aniversario desde la primera vez que el USS Enterprise tomó vuelo ante los ojos del mundo. Star Trek es un fenómeno de fervientes fanáticosmuchas veces menospreciados por la cultura pop, a la cual le resulta más digerible una saga como Star Wars, enfocada en las peleas con sables de luz y no en la exactitud de las leyes de la física. En 2009, los trekkies se regodearon de alegría cuando J.J. Abrams resucitó las historias del Capitán Kirk (Chris Pine) y Spock (Zachary Quinto) con el reboot titulado Star Trek, y su continuación, Star Trek: Into Darkness, en 2013. Como es conocido, Abrams pasó los últimos años relanzando, justamente, una nueva trilogía de Star Wars, por lo que cedió su puesto detrás de cámaras al director Justin Lin, quien nos trae ahora Star Trek: Beyond, la tercera historia de este nuevo grupo de millenials del Enterprise.

El mejor elemento de esta versión de Star Trek ha sido su elenco, cuyo sentido de camaradería ha destilado dosis esenciales de simpatía para atraer a las audiencias no familiarizadas con personajes como Scotty (Simon Pegg), Sulu (John Cho) o Chekov (Anton Yelchin). El guión, de Simon Pegg y Doug Joung, se nutre de este legado para homenajear los 50 años de esta franquicia con un sacudón a la fórmula de los filmes anteriores, por lo cual el film parece un episodio de televisión extendido, donde los protagonistas se dividen en parejas o grupos inusuales y se enriquece aún más la interacción entre todos.

¨Beam me up, Jaylah.¨
La amenaza en esta ocasión proviene del villano Krall (Idris Elba), ser de un planeta desconocido que destruye al USS Enterprise mediante una impresionante emboscada donde perecen más camisas rojas que de costumbre (en Star Trek, vestir el uniforme rojo es sinónimo de una muerte anónima). Por desgracia, Krall carece de dimensión hasta el último tercio de historia, donde se revelan los motivos de su sed de venganza en contra de la Federación. Además, las gruesas capas de maquillaje sobre Idris Elba le impiden al actor lucirse en su rol de villano.

Los sobrevivientes del ataque deben abandonar la nave y aterrizar en el misterioso planeta, donde quedan esparcidos por todo el territorio. Es lógico asumir que eventualmente se reunirán, pero la interacción inesperada entre varios personajes producen los momentos más entretenidos del film. El mal humor del Dr. McCoy (Karl Urban) se vuelve hilarante ante el pragmatismo de Spock, al tiempo que Kirk cuestiona su capacidad de liderazgo frente al joven Chekov. Scotty se topa con una guerrera nativa llamada Jaylah (Sofia Boutella, irreconocible bajo un maquillaje de primera), mientras que Sulu y la teniente Uhura (Zoe Saldana), el dúo menos interesante, intentan no dejarse atrapar.




Ciertamente, Beyond cuenta con más escenas de acción que de costumbre, producto del cambio de director y la experiencia de Justin Lin con los filmes de Fast and Furious, pero la ejecución de éstas es impecable y posee el peso dramático suficiente para no generar cansancio. Además, Lin posee un instinto natural para balancear el uso de efectos digitales con acrobacias reales y el empleo de un ingenioso diseño de producción, lo que vuelve a este universo más palpable que nunca.

Beyond también tiene la misión de rendir tributo a Leonard Nimoy, debido a lo cual los guionistas decidieron integrar el fallecimiento del viejo Spock a la historia. Aunque es algo confusa en términos lógicos, la pérdida se convierte en un punto de quiebre dentro del arco narrativo del joven Spock, una decisión osada pero efectiva para honrar a la figura más icónica del fenómeno de Star Trek. Por otro lado, Lin tuvo que retornar a la sala de edición a último momento para homenajear también al fallecido Anton Yelchin, quien murió trágicamente semanas antes del estreno del film. Ambas pérdidas son manejadas de forma respetuosa y demuestran el cariño sincero que existe dentro de este elenco.
Chris Pine y el fallecido Anton Yelchin.
Luego de tres películas, la tripulación del USS Enterprise se encuentra más cómoda que nunca dentro de sus respectivos papeles. Aunque Star Trek no lo ha convertido en la estrella que merece ser, Chris Pine entrega todo de sí en cada uno de estos filmes. Su Capitan Kirk es mucho más cautivador que el de William Shatner, pero algunos puristas no estarán de acuerdo con esta afirmación. Por su parte, el Spock de Zachary Quinto continúa buscando su autenticidad dentro de un rol básicamente insuperable, más no es culpa del actor el tener que llenar zapatos tan grandes. Tras 50 años de aventuras en la frontera final, estos personajes continúan con mucho que ofrecer.

Puntuación: 4 de 5.

No hay comentarios: